Potentes ingenierías internacionales buscan talento en el campus de Barredo

La multinacional IDOM se acerca a los alumnos de Caminos para fichar profesionales y lamenta que los estudios no generen más interés

Por la izquierda, Ángel Martín, Pascual García, Jorge Bernabeu y el profesor Pedro Plasencia, con alumnos del máster de Caminos, Canales y Puertos del campus de Mieres. | D. M.

Por la izquierda, Ángel Martín, Pascual García, Jorge Bernabeu y el profesor Pedro Plasencia, con alumnos del máster de Caminos, Canales y Puertos del campus de Mieres. | D. M. / David Montañés

La Escuela Politécnica de Mieres (EPM) no solo ha logrado "paro cero" entre sus titulados, sino que además ha conseguido que prestigiosas firmas internacionales acudan al complejo universitario de Barredo en busca de talento. Es el caso de IDOM, con más de 5.000 empleados, la mayoría ingenieros, y presencia en 125 países. La firma, de origen vasco y asentada en los campos de la consultoría, la arquitectura y la ingeniería, acaba de visitar el campus local en busca de jóvenes valores. La red, en este caso, la han echado en el máster de Caminos, Canales y Puertos, punta de lanza de la expansión universitaria mierense.

En Mieres han estado Pascual García y Jorge Bernabéu, director de área y de proyectos, respectivamente, de IDOM. "Es importante que el mundo empresarial mantenga contacto con las universidades", apunta García. En IDOM son conscientes que los nuevos ingenieros son un bien preciado en el mercado. "Disfrutamos de un escenario de pleno empleo. Las empresas no buscan graduados en ingenierías concretas, sino que demandan talento y salen a buscarlo", destaca el director de la Escuela Politécnica, Ángel Martín.

El sector empresarial avala la percepción del profesorado. "En este momento hay un importante mercado laboral para los ingenieros, con mucha demanda. Su puede decir que tienen trabajo asegurado según acaban sus estudios", apunta Pascual García. Es decir, todos los que acaban sus estudios en el campus de Barredo –salvo casos muy concretos– encuentran empleo. A menudo no tienen que esperar ni a obtener el título, como reconoce Ángel Martín.

Las vocaciones

El problema no está en la salida al mercado laboral, sino más bien en el inicio del camino. "Cada vez cuesta más atraer estudiantes a las ingenierías pese que tienen asegurado ya no solo trabajo, sino empleos bastante atractivos. Las vocaciones están descendiendo", lamenta Jorge Bernabéu. Los profesionales prefieren no profundizar en las causas que provocan que una ruta que prácticamente garantiza el éxito profesional sea cada vez menos transitada. Ahora bien, dejan escapar una mueca de complicidad cuando se nombre la cultura del esfuerzo: "Estamos ante una carrera y una profesión que requiere un esfuerzo y una dedicación. Los estudios no son sencillos y hay asignaturas de física y matemáticas que ciertamente son complicada", subraya Pascual García.

Suscríbete para seguir leyendo