Convulsión en el PSOE de Mieres tras el varapalo del 28M: 6.000 votos menos que en las generales y fractura interna

Las bases demandan una nueva ejecutiva y a nivel interno se da por hecho que la actual secretaria general dimitirá tras el verano

Los integrantes de la candidatura municipal del PSOE de Mieres, con Ana González Cachero en el centro, entre el consejero Borja Sánchez y Raúl Moro. | D. M.

Los integrantes de la candidatura municipal del PSOE de Mieres, con Ana González Cachero en el centro, entre el consejero Borja Sánchez y Raúl Moro. | D. M. / David Montañés

El PSOE logró el pasado 23 de julio en Mieres casi tantos votos como el PP y Sumar juntos. Los socialistas movilizaron a 8.677 simpatizantes, el 41% del escrutinio. Dos meses antes, en los comicios municipales se habían quedado en tan solo 2.737 apoyos, un 14,9% del total, quedando como tercera fuerza política local. Si hubiera que buscar la explicación a esta mutación del sufragio en los propios votantes socialistas, el diagnóstico apuntaría a un trastorno bipolar lindante con la esquizofrenia. Pero entre las bases del partido perciben que el problema late en la labor desarrollada en los últimos años por la agrupación local, que desde 2011 no solo no ha logrado plantar una alternativa solvente al proyecto de Aníbal Vázquez (IU), sino que, por el contrario, el partido parece haberse debilitado año a año en Mieres.

Entre las bases socialistas se esperaba quien es secretaria general desde 2017, Ana González Cachero, hubiera dimitido a raíz del varapalo en las municipales, donde el PSOE no solo volvió a ser barrido por IU desde la izquierda, sino que además fue superado en votos por primera vez por el PP. "Una vez celebrados los comicios generales se debería haber marchado", apuntan reconocidos afiliados consultados por este periódico. El sentir es generalizado. De hecho, fuentes próximas a la ejecutiva local aseguran que González Cachero, también diputada regional, tiene intención de dimitir en septiembre, aunque de momento no se ha pronunciado públicamente sobre este extremo. A nivel interno se da por hecho que, tras el verano, comenzará una nueva etapa en el PSOE de Mieres.

Los socialistas mierenses afrontan lo que parece un cambio de ciclo con el partido sin cerrar aún las heridas abiertas durante las convulsas primarias de 2017, que acabaron con los simpatizantes de Javier Fernández tremendamente resentidos por el trato que se les brindó. Muchos de los antiguos dirigentes no han vuelto a pisar la Casa del Pueblo. El primer reproche interno a González Cachero apunta que no ha sabido unir al partido. El segundo, siempre según los afiliados consultados por este diario, es que en los últimos años se ha centrado en su labor como diputada regional, "desatendiendo" sus responsabilidades locales. La tercera queja es la elección del candidato en las municipales. "Raúl Moro estuvo muy lejos de ilusionar al votante, más bien lo que pasó fue lo contrario", señalan desde dentro.

Antes que Raúl Moro sonaron otras opciones, empezando por la que acabó siendo número dos de la lista. La turonesa Silvia Suárez, dicen, declinó ser la cabeza de lista. Otros reconocidos afiliados, como Carlos Barros, tampoco se decidieron a dar el paso. "Si como dicen no había candidatos interesados, lo que tenía que haber hecho la secretaria general es presentarse ella, pero prefirió seguir de diputada", subraya una de las fuentes consultadas.

Reproches

En las últimas asambleas también han surgido reproches de dentro hacia afuera. Integrantes de la ejecutiva perciben que Mieres no ha recibido la suficiente atención desde la Federación Socialista Asturiana (FSA). En dirección contraria se apunta que la agrupación ha recibido el respaldo que ha solicitado, "ni más ni menos".

Analizar la crisis del PSOE de Mieres sin tener en cuenta el "efecto Aníbal" sería también injusto. La popularidad del actual alcalde es enorme. Pero las bases censuran la falta de oposición desde las filas socialista. Las tendencias electorales en las municipales ofrecen datos reveladores. Aníbal Vázquez ganó sus primeras elecciones en 2011 con el 41 % de apoyos, y el PSOE recabó un 23 % de los sufragios. En los comicios del pasado mes de mayo, IU obtuvo el 55 % y el PSOE, ya como tercera fuerza, no pasó del 15. Aun obteniendo mucho mejor resultado que el actual, en 2011 dimitieron tras el recuento tanto el secretario general, entonces Balbino Dosantos, como el candidato a la Alcaldía, Armando Fernández Natal. El batacazo del 28M ha sido ahora, por contra, asumido con resignación. Sin autocrítica pública. El buen resultado en las elecciones generales, con 5.940 votos más que en las municipales, ha encendido los ánimos. "En Mieres hay muchos votantes socialistas esperando un proyecto ilusionante", sostienen muchos afiliados.

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