María José hace un pastel de chocolate

Residentes del centro de discapacitados Rey Aurelio de El Entrego, destinatarios de un programa social de la Fundación Alimerka

Por la izquierda, Antonio Blanco, Martín Ardines, Melania Álvarez, la residente María José y Soledad Sampedro, ayer, en el centro de la Fundación Rey Aurelio de El Entrego. | D. O.

Por la izquierda, Antonio Blanco, Martín Ardines, Melania Álvarez, la residente María José y Soledad Sampedro, ayer, en el centro de la Fundación Rey Aurelio de El Entrego. | D. O. / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

A María José le gusta cantar y comer chocolate con churros. No lo sabe explicar porque, al igual que sus compañeros de la residencia Rey Aurelio, en el Entrego, tiene una discapacidad intelectual. "Ellos no tienen lenguaje verbal, pero tienen muchas formas de comunicarse", explica Soledad Sampedro, directora del centro. Es lo que le ocurre a otra de las residentes, apasionada de Sevilla. No lo puede decir, pero su sonrisa se hace infinita cuando escucha un "ole".

Residentes y profesionales durante el acto de presentación del vídeo. | D. O.

Residentes y profesionales durante el acto de presentación del vídeo. | D. O. / David Orihuela

Son personas con discapacidad intelectual y en muchos casos son invisibles para la sociedad. "Más aún en una zona rural", apostilla Antonio Blanco. Él es el director de la Fundación Alimerka y conoce bien a María José, a Rosita, a Conchi, a Gabriel, a todos los residentes, porque lleva trabajando con ellos varios años. Cuando en la caja del supermercado le preguntan al cliente si quiere donar el vale descuento que le ha salido al hacer la compra y se lo piensa, la respuesta está en ese pastel de chocolate que María José hizo a sus compañeros. Ese dinero acaba directamente en la asociación Rey Aurelio y en otras 199 similares en toda Asturias. Esa donación, que de media es de 0,7 euros, se hace visible en pequeños lugares como este centro de El Entrego. "Y es muy importante que se sepa", subrayó la consejera de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, que también visitó ayer la residencia.

El dinero de esos vales, en partidas de 6.000 euros, se destina a asociaciones como la Fundación Rey Aurelio que gestiona el centro adaptado de El Entrego, pero la cadena asturiana de supermercados entrega además, habitualmente, alimentos a estas asociaciones.

Ahora lo han hecho visible. Poner cara a los destinatarios de esos vales. Una forma de concienciar que a los residentes de Rey Pelayo "les la llenado de orgullo y emoción", reconoce la directora. María José también lo dice, pero de otra forma, lanzando besos a todos. "Si pudieran decir gracias, gracias, gracias, lo harían, pero no pueden así que en su nombre os damos infinidad de besos y abrazos", dijo Sampedro.

En ese empeño, no ya por hacer visible su trabajo, sino porque la sociedad conozca a personas como María José para que dejen de ser invisibles, la Fundación Alimerka ha desarrollado la campaña "Historias que valen tu vale". Hicieron más de 2.000 fotografías de las que ha salido una exposición itinerante que en septiembre llegará a Sama y que también hará parada en San Martín. Y la guinda es un pequeño vídeo en el que algunos de los residentes del centro de El Entrego muestran su día a día con ayuda de los profesionales.

Gracias a eso ya son un poco menos invisibles. Ellos tal vez no lo sepan, pero las sonrisas que aparecen en ese vídeo se reproducirán en muchas mentes cuando en la caja escuchen la pregunta de si quieren donar su vale.

"Es un ejemplo de colaboración entre empresas y fundaciones públicas o privadas", destacó la Consejera. En lo público, el alcalde de San Martín, José Ramón Martín Ardines, recalcó que desde el Ayuntamiento se seguirá apoyando en todo lo posible a la fundación Rey Aurelio.

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