Batalla campal en Moreda al intentar los vecinos expulsar a un grupo de jóvenes conflictivos

Moreda estalló y la noche del sábado, que debía ser de fiesta, fue una batalla campal en las calles de la localidad allerana. La causa, la explosión vecinal ante la presencia de un  grupo de veinteañeros que se han instalado recientemente en la localidad y cuyo agresivo comportamiento tiene amedrentados a muchos vecinos. La noche del sábado decenas de alleranos se enfrentaron al grupo con gritos de “fuera, fuera” o “fuera de Asturias, basura”. Llegaron agredirles con golpes, patadas y hasta paraguazos.

La tensión de la noche en la que Moreda celebraba la verbena de la Montera Picona hizo intervenir a la Policía Local y a la Guardia Civil para evitar un linchamiento en plena calle. Los agentes también se llevaron críticas por proteger el grupo.

Los jóvenes que amedrentan a los vecinos de Moreda se excusan: "Es muy duro vivir sin nada"

Carreras, golpes, amenazas y gritos durante las primeras horas de la noche, alteraron la tranquilidad de Moreda. La situación se tornó tan grave que algunos testigos contabilizaron hasta doce coches patrulla de la Guardia Civil. “Llegaron hasta de Gijón”, aseguraron.

El grupo de jóvenes lleva semanas sembrando el terror en las inmediaciones de Moreda. La banda está compuesta habitualmente por cinco integrantes, que se han instalado en una vivienda social. Su presencia está dañando seriamente la convivencia en toda la zona baja del concejo de Aller, ya que han agredido y amenazado a varios vecinos, con peleas incluso entre ellos. Su presencia habitual en la línea de tren de Collanzo, con desplazamientos constantes a Mieres y Oviedo, ha obligado a que Renfe haya anunciado que desde hoy incorporará al servicio a una pareja de guardias de seguridad, con una permanente colaboración de la Guardia Civil.

Uno de ellos explicó a LA NUEVA ESPAÑA que ejerce de mentor de los chavales y que acogió a sus compañeros "para evitar que siguieran viviendo en la calle". Alega que su mal comportamiento procede de la "difícil vida que han tenido, sin poder dormir hasta ahora bajo techo". Y tras esta aclaración, asegura que personalmente está haciendo un esfuerzo por conseguir que estos jóvenes, todos ellos sin trabajo, corrijan su comportamiento: "Somos conscientes de que hay conductas que no se deberían haber producido y pedimos disculpas. Asumimos que tenemos que mejorar para no dañar la convivencia en un lugar tan tranquilo como Moreda".