Multitudinario adiós al alcalde más callejero y querido: así fue la despedida a Aníbal Vázquez

El adiós a Aníbal Vázquez congrega a una multitud tras un velatorio de dimensión histórica

"Dignificó la política con amor y entrega", resumió Juan Ramón Lucas

"Ofrezco desde este mismo instante trabajo, diálogo, honestidad, transparencia, responsabilidad, así como puertas y paredes de cristal". Aníbal Vázquez tomó, con esa promesa, posesión como alcalde de Mieres el 11 de junio de 2011. No intuyó que lo que estaba haciendo era entregar lo que le quedaba de vida al Ayuntamiento de Mieres. "Ha dignificado la política con amor, entrega, nobleza y dejándose hasta la salud", enunció ayer el periodista Juan Ramón Lucas instantes después de que el malogrado regidor abandonase por última vez el Consistorio al que dedicó sus últimos doce años de vida. Fuera, en la cegada calle, esperaban la salida de su féretro cinco mil emocionadas personas para despedirle definitivamente entre atronadoras salvas de aplausos y cálidos silencios. Fue el conmovedor último paseo del alcalde más callejero, el más sencillo, el más querido.

Aníbal Vázquez fue incinerado ayer, no sin antes dejar para el recuerdo un velatorio de magnitud histórica. Tres sobrecogedores días de muestras de cariño culminaron en un acto multitudinario de despedida. El Ayuntamiento fue literalmente abrazado por la ciudadanía como si el edificio personificara la siempre amable figura del llorado alcalde. Miles de personas esperaron a que el féretro dejara el salón de Plenos, adaptado desde el domingo como una insospechada capilla ardiente. El "turullu" de la mina sonó para avisar de la presencia de Aníbal Vázquez, un picador de Nicolasa: "Se nos va alguien forjado en la dignidad de la vieja guardia", subrayó Beatriz González, coordinadora local de IU y gran amiga del Alcalde.

Miles de mierenses se echan a la calle para despedir a su alcalde: así fue la emotiva despedida a Aníbal Vázquez

VÍDEO: Julio Vivas / FOTO: Irma Collín

La entrañable ceremonia civil que ayer acogió el Ayuntamiento de Mieres para despedir a Aníbal Vázquez contó con cuatro intervinientes. Junto a los ya citados Juan Ramón Lucas y Beatriz González, tomaron la palabra Manuel Ángel Álvarez (vicealcalde) y el presidente del Principado, Adrián Barbón. Más allá de profesiones y cargos, los cuatros estaban ahí por sus lazos de amistad con Aníbal. Especial relación tuvo con su número dos, al que no dudaba en tratar como a un hijo. "Entregó lo mejor de sí a este concejo, sin escatimar tiempo ni energías. Y lo hizo hasta el último día, aunque las fuerzas escasearan y la salud estuviera cruelmente quebrada", señaló Álvarez.

El cotidiano latir de Mieres quedó ayer sin pulso durante un instante tan breve como inolvidable. Gran parte del comercio cerró sus puertas para acompañar al regidor en su adiós. Miles de personas acudieron a la cita. En el Ayuntamiento, las flores lo inundaron todo. Hasta 300 ramos se recibieron desde que el domingo se conoció la defunción del Alcalde tras una enfermedad que, en su recta final, ya se había hecho evidente a todos. Cerca de medio centenar de alcaldes, no solo asturianos, estuvieron en Mieres, incluidas Carmen Moriyon (Gijón) y Mariví Monteserín (Avilés). La lista de políticos de todas las ideologías, sindicalistas, empresarios y activistas sociales fue, simplemente, innumerable.

La multitud, concentrada frente al Ayuntamiento de Mieres para despedir a Aníbal Vázquez. | A. V.

La multitud, concentrada frente al Ayuntamiento de Mieres para despedir a Aníbal Vázquez. | A. V. / David Montañés,

El presidente del Principado fue tremendamente cariñoso con Aníbal Vázquez. Era conocido que les unía una enorme amistad desde que el primero era alcalde de Laviana e hicieron frente común en el agitado 2012 en defensa del carbón. "Uno aprendía mucho de Aníbal solamente escuchándole", señaló Barbón. "Demostró que siempre merece la pena pasarse la vida luchando". El dirigente socialista instó a los mierenses a recordar al ya ausente alcalde "desde cada corazón", reviviendo "sus gestos y anécdotas".

En primner término, Juan Ramón Lucas, Adrián Barbón, Manuel Álvarez y Beatriz González, junto al féretro. | I. Collín

En primner término, Juan Ramón Lucas, Adrián Barbón, Manuel Álvarez y Beatriz González, junto al féretro. | I. Collín / David Montañés,

Fue Beatriz González quien, con la voz entrecortada, repasó algunos de los muchos logros de Aníbal Vázquez previos a su etapa de regidor: "Fue un dirigente minero que luchó para conseguir más seguridad y acabar con los terribles accidentes que sembraron de tragedias las comarcas mineras durante tantos años. También luchó contra la peste negra de la mina, la silicosis". Y añadió: "Fue una de las almas máter de Radio Parpayuela y fundó la Asociación Cultural Santa Bárbara, dos etapas de su vida que siempre recordó con orgullo. Nunca escatimó esfuerzos para cambiar las cosas. Sabía que los grandes cambios empezaban por lo pequeño".

Cuando Aníbal Vázquez decidió dar el salto a la política, prácticamente impuso contar con un equipo sin mochilas políticas. IU le puso al lado a Manuel Ángel Álvarez, su más íntimo colaborador en el Ayuntamiento desde 2011. Su relación terminó siendo familiar: "Defraudar era un verbo que Aníbal se negaba a conjugar. Trabajar a su lado fue un lujo y compartir amistad un privilegio. Lo quise como a un padre y él me trató siempre como a un hijo. Nos enseñó a no tener nunca miedo, a no dar ninguna batalla por pedida".

La capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Mieres desde primera hora de la tarde del domingo se cerró ayer a las once y media de la mañana. La amplia plaza Consistorial ya estaba casi llena una hora antes. Al mediodía, miles de mierenses se habían estrujado hasta dar forma a un sembrado de afectos, todos enfocados hacia la puerta del Ayuntamiento. La salida del féretro desató lágrimas de emoción. El sonido del turullo rompió el corazón de la ciudad: "Lo vamos a echar mucho de menos", comentaban sin ser capaces de añadir nada más un grupo de allegadas: "Lo veíamos mucho al pasar por los soportales y se lamentaba de que, desde el despacho, no nos podía ver pasar cada día. Era muy cariñoso".

Mucho cariño es lo que estos días ha devuelto el pueblo de Mieres a Aníbal Vázquez. La corriente de devoción surgida tras la noticia de su fallecimiento se ha dirigido hacia la familia. Su mujer, Belén García, y sus dos hijos, Susana y David Vázquez, han permanecido desde el domingo en la capilla ardiente saludando a cada uno de los mierenses que pasaron por el Ayuntamiento para trasladar sus respetos al regidor fallecido. Han comido incluso en el propio Consistorio para que nadie quedara sin estar un rato con ellos: "Ni tan siquiera se sentaban, siempre al lado del féretro atendiendo a todo el mundo", destacan los ediles del gobierno local. También los concejales del PP, PSOE y Vox han permanecido durante los tres días en la zona habilitada para la representación institucional: "Aníbal ha conseguido unirnos a todos", señalaba Beatriz González.

La familia de Aníbal Vázquez aseguró a este diario estar sorprendida de la respuesta de los mierenses: "No esperábamos algo así, tantísimo cariño", señaló Belén García. "Estamos tremendamente agradecidos por tantas muestra de cariño".

Desde hoy, el recuerdo de Aníbal Vázquez pasa a ser patrimonio de la ciudad a la que entregó todo.

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