Entrevista | Loli Olavarrieta Presidenta de la Junta Local de la AECC en Mieres, asociación galardonada con el premio "Mierense del Año"

Loli Olavarrieta: "Hay que participar en los cribados; cuanto antes te diagnostiquen un cáncer, mejor pronóstico tiene"

"Los pacientes no deben ir solos al oncólogo, al final salen solo con la idea de que tienen un tumor y se olvidan del resto de la información"

Loli Olavarrieta, presidenta de la AECC Asociación Española contra el Cáncer de Mieres.

Loli Olavarrieta, presidenta de la AECC Asociación Española contra el Cáncer de Mieres. / A. Velasco

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Loli Olavarrieta lleva 15 años presidiendo la delegación de Mieres de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Este 2024 el colectivo ha recibido dos buenas noticias: primero fueron ascendidos a junta local y recientemente se les ha concedido el premio de "Mierense del Año". Es, además, presidenta de la Unión de Comerciantes del concejo.

-¿Cómo ha recibido la asociación el premio de Mierense del año?

-Lo recibimos con muchísima alegría. Además, nos sirvió para levantar el ánimo. Llevábamos un día complicado, con varias pacientes que nos habían llamado, gestionando consultas y tratamientos. Había algunas historias personales que nos habían tocado y nos habíamos ido para casa con algo de angustia. Así que la noticia nos levantó el ánimo. La verdad es que el reconocimiento de Mierense del Año hizo que nos viniéramos arriba porque demuestra que la gente valora el trabajo que llevamos haciendo los últimos quince años.          

-El 2024 será un año histórico para ustedes, porque además acaban de estrenar el rango de Junta Local.

-Ese rango supone mucho más trabajo. Desde que nos concedieron la junta local, hemos ido a muchas más reuniones de trabajo, de gestión. Sabíamos muchas de las cosas que se movían dentro de la AECC, pero no participábamos directamente en esas reuniones. Además, esto ha hecho que ya también tengamos que programar todas las actividades del año.          

-¿Qué diferencias o beneficios hay?

-Además de ese trabajo extra, y de estar en esas reuniones, ahora tenemos la capacidad de opinar. Estamos en una asociación nacional, donde lógicamente tiene que haber un orden de mando y como delegación no participábamos en esos encuentros donde se toman las decisiones. Ahora, siendo Junta Local, tenemos la posibilidad de poder hablar, expresar nuestras inquietudes y necesidades, poder cambiar algunas cosas que antes nos venían impuestas. Tenemos más autonomía. Y ahora directamente podemos activar los protocolos de ayuda al paciente y a los familiares, que antes teníamos que gestionar a través de Oviedo.

- ¿Cuántos voluntarios trabajan con ustedes en la Junta Local?

-La Junta Local la componemos seis personas. Luego está Mónica Martínez como secretaria que gestiona todo lo que tiene que ver con el voluntariado. También Laura Muñoz, que es la que más relación directa tendrá con la parte sanitaria. Carmen Carballo, enfermera desde hace muchos años también se ha sumado al proyecto. Y Graci y Marifé Tuñón también forman parte de la Junta Local, echando una mano con la intendencia. Tenemos una junta que cubre todas las necesidades que tenemos, además de medio centenar de voluntarios, que estas semanas, desde que nos dieron el Mierense del Año, está creciendo. Ahora queremos involucrar a la gente joven, que se sume a este proyecto, porque se necesita un relevo generacional.

-¿Qué servicios ofrecen y como actúan con los pacientes?

-Tenemos un servicio de acompañamiento, pero siempre y cuando quiera el paciente. Se ponen en contacto con nosotros y vamos con ellos a lo que necesiten. Además de eso, es muy importante el psicólogo, porque el servicio que bridamos es del psicooncología, es decir, enfocado directamente a la enfermedad, y que está dirigido tanto a pacientes como a sus acompañantes o familiares. También el trabajador social, porque hay gente que lo está pasando mal a nivel económico al tener que quedar en casa por culpa de la enfermedad. El propio paciente puede solicitar esa ayuda del trabajador social para tratar de solucionar esos problemas puntuales que se les puedan presentar. Estamos para lo que el paciente necesite.

-Como superviviente de un cáncer, ¿cómo se afronta cuando un médico te diagnostica?

-Tuve dos cánceres. El primero era bastante joven. Y el problema que tenemos es que nunca pensamos que nos va a tocar a nosotros. Cuando te diagnostican, el primer consejo es que nadie debe de acudir solo a la consulta. Lo único que piensas es que tienes un tumor o que tienes cáncer. No sabes lo que te dijeron, lo que vas a hacer, ni por donde vas a tirar... En mi caso, gracias al radiólogo José Llavona fue más llevadero. Pedí una mamografía después de los 40 años y me la hizo él. Ya nos conocíamos y éramos amigos. Por la tarde pasó por mi tienda y nunca se me olvidará cómo paseaba para arriba y para abajo. Entonces sospeché que había algo y le pregunté si me había visto algo. Efectivamente, me dijo que sí y que tenía dos tumores en la misma mama. Yo siempre tuve claro que quería vivir. Me tuve que enfrentar a la operación y la quimioterapia. Entonces había menos avances de los que hay hoy. Hay que tirar para adelante, no solo por uno mismo, sino también por todos los que tienes alrededor. Si tú te hundes, es probable que tu familia y tu entorno se hunda contigo. Cuando tuve el segundo cáncer sí que es verdad que me vi un poco hundida. Fue en el momento en el que estaba acabando con la quimio del primero. Pero cuando me confirmaron que no era una metástasis, cogí fuerzas y lo logré superar. Lo que hay que tener es esperanza de vida, y luego luchar y pelear para intentar superarlo. El duelo hay que pasarlo, pero es recomendable también visitar al psicólogo porque te da herramientas para superarlo.

 -Los tratamientos cada vez avanzan más, ¿la meta es cronificar la enfermedad?

-Ya hay muchos tumores que se consideran crónicos. Lo que hay que hacer es, por ejemplo en el cáncer de mama, participar en los cribados que se hacen, porque cuando antes se detecten, mejor pronóstico y tratamiento tendrá. Además, por eso trabajamos. Todo el dinero que recogemos a través de la cuestación con huchas, o con los conciertos y acciones que se hacen, es todo para investigación y para dar más servicios a los pacientes. Los tratamientos cada vez son más avanzados y hay más índice de supervivencia.

-¿Qué mensaje les mandaría tanto a esas personas que reciben el mazazo del cáncer tanto en primera persona como a los familiares?

-Lo primero es que viendo la asociación que tenemos en Mieres, apoyarse en nosotros. Que contacten, los vamos a ayudar en todo. No solamente como apoyo moral, sino con las relaciones con el hospital, con el oncólogo, si hay que llevar o traer a poner tratamientos. No están solos. Estamos aquí y nos pueden avisar cuando sea.

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