El fútbol va tan rápido que David Villa recibió ayer un premio por unos éxitos que casi se pierden en la memoria. Más fresco está su récord de goles con la selección española y, por supuesto, el título de Liga y de Liga de Campeones con el Barcelona. El delantero de Tuilla hizo un paréntesis en sus vacaciones para recoger al lado de casa el galardón que le reconoce como mejor deportista asturiano de 2010. Es decir, el año en el que él y otros 22 compañeros, dirigidos por Vicente del Bosque, llevaron a España a la cima del fútbol mundial.

La gala del deporte asturiano tuvo que amoldarse este año al calendario futbolístico. Se retrasó unos meses para contar con el principal protagonista, David Villa, que condicionó también el escenario, el teatro de La Felguera. Por unas horas, El Guaje dejó a su familia en Ibiza y viajó a Asturias con dos ex compañeros, Javi Moreno (con el que coincidió en el Zaragoza en la temporada 2004-05) y Bruno Saltor, lateral derecho del Valencia desde 2009.

Después de diez meses intensos, Villa intenta desconectar del fútbol. Por eso no estaba al tanto de la rueda de prensa en la que el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, había lanzado acusaciones contra el Real Madrid a cuenta de los cuatro clásicos. «Sin haberlo escuchado, estoy seguro de que el presidente habrá hecho lo mismo que otras veces: defendernos a capa y espada. Nos sentimos orgullosos de él porque es la cabeza que defiende al club y a los jugadores».

El Guaje no estaba ayer para guerras dialécticas. Ni siquiera cuando se le puso en bandeja el nombre de Mourinho. El entrenador portugués puso en duda la capacidad goleadora de Villa en los comienzos de temporada. El asturiano no tardó en responderle donde mejor se expresa, con dos goles en el 5-0 del Camp Nou. Tampoco ahora le da importancia a los ataques de Mourinho al Barça y a Guardiola: «Es complicado quitar méritos a los éxitos del Barcelona. Y no lo digo por mí, ni por este año, sino por la trayectoria de las últimas temporadas. Es imposible devaluar los méritos de este equipo».

Un Barça que le ha permitido pegar un estirón considerable en su palmarés de clubes. Hasta llegar al Camp Nou sólo figuraban dos copas del Rey (una con el Zaragoza y otra con el Valencia) y una Supercopa de España, con el Zaragoza. Desde que se puso a las órdenes de Guardiola acumula un título de Liga, la Copa de Europa lograda en Wembley y la Supercopa de España ganada frente al Sevilla. Tras ganar todo lo importante con la selección, en los próximos meses podrá hacerlo de azulgrana: a finales de agosto disputará la Supercopa de Europa frente al Oporto, y en diciembre, el Mundial de clubes.

«Esta primera temporada ha sido mucho mejor de lo que esperaba», recalcó ayer Villa, que engloba en esa satisfacción los títulos logrados, el juego del equipo y la confianza que ha recibido del entrenador, Pep Guardiola. «Ojalá los cuatro años que voy a estar en el Barça, y espero que alguno más, sean tan buenos o mejores que éste», añadió El Guaje, refiriéndose tanto al balance colectivo como personal: «Estuve tranquilo porque el entrenador siempre ha confiado en mí y me ha elogiado, tanto cuando marcaba goles como cuando no. Como también tenía el apoyo de los compañeros, de los amigos y la familia, lo demás no me importaba».

David Villa cumplirá 30 años el próximo 3 de diciembre, un dato que anima el debate sobre lo tardío de su salto a un club con la proyección y el poderío del Barcelona: «Es algo que siempre me plantean, pero hay que aceptar que las cosas llegan cuando llegan. Además, aunque no conseguí tantos títulos, en mis anteriores clubes he sido muy feliz y me han tratado genial. Me siento orgulloso de mis cinco temporadas en el Valencia, las dos del Zaragoza y el Sporting o de mis comienzos en el Langreo».

Donde ha tenido tiempo de sobra para hacer historia es en la selección española. En lo colectivo contribuyó decisivamente a los triunfos en la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010. Individualmente, desde el 25 de marzo es el máximo goleador histórico de la Roja. Un récord que, según Villa, ahora no tiene muy en cuenta: «Lo que valoro es la dificultad que supone estar por delante de goleadores de la selección. Cuando termine mi carrera seguro que le daré mucha importancia, pero ahora es algo secundario porque quiero hacer muchísimos goles más».

No faltaron guiños hacia el Sporting, por la permanencia en Primera División, y un espaldarazo público a José Ángel ante su posible fichaje por el Barcelona: «Es un grandísimo jugador, con proyección y un margen de mejora impresionante». Villa, que nunca se olvida de mostrar la bandera asturiana en las celebraciones, cerró su comparecencia previa a la gala del deporte con su valoración del premio: «Es la guinda a una temporada fantástica. Asturias siempre ha tenido grandes generaciones de deportistas. Por eso me enorgullece recibirlo, además, aquí, en casa y con mi gente».