Ciclismo | La Vuelta a España llega a Asturias

Batalla antes del Angliru

Vingegaard gana en Bejes y se acerca al líder, su compañero Sepp Kuss, en la etapa previa a las dos jornadas decisivas en el Principado

Vingegaard durante su ataque en Bejes. | Roberto Menéndez

Vingegaard durante su ataque en Bejes. | Roberto Menéndez

José Enrique Cima

José Enrique Cima

El dos veces ganador del Tour de Francia Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) decidió adelantar la batalla que se va a librar en las dos durísimas etapas asturianas –la primera hoy, entre Ribadesella y el Angliru, y la segunda mañana, con salida en Pola de Allande y final en La Cruz de Linares– con un ataque desde el inicio del único puerto que se subió ayer, de segunda categoría, en Bejes (Cantabria), y gracias a ello consiguió sacar una ventaja de 1 minuto y 1 segundo al resto de favoritos, quedándose a tan solo 29 segundos del líder de la general, su compañero de equipo Sepp Kuss, al que se vio sufrir para aguantar el ritmo de los mejores. La Vuelta a España llega al Principado tras dos semanas de un dominio absoluto del Jumbo-Visma, que ahora mismo copa el podio de la carrera, con Kuss, Vingegaard y Roglic. Las cumbres del Principado son el principal escollo que tiene que superar el conjunto de los Países Bajos para que alguno de sus tres líderes se lleve la ronda española y consigan hacer el pleno en las tres grandes de la temporada después de ganar el Giro (Roglic) y el Tour de Francia (Vingegaard).

Vingegaard durante su ataque en Bejes. | Roberto Menéndez

Pelayo Sánchez y Dani Navarro saben que sus bicis están en buenas manos, las del mecánico asturiano Emilio Llana. En la imagen, los tres, ayer, en la salida de Liencres. | JEC

Vingegaard quiso culminar la jornada cántabra con un espectacular ataque al inicio del puerto de Bejes, dando todo un recital de ambición y ganas en una subida de tan solo 4,8 kilómetros. Le sirvió para triunfar en la etapa y para dedicarle la victoria a su compañero Van Hooydonck, herido grave en un accidente de tráfico que sufrió al sufrir un infarto mientras conducía. El belga fue trasladado al hospital en estado crítico, aunque con el paso de las horas su estado fue mejorando. El ciclista, de 27 años, perdió el control de su vehículo chocando contra otros cinco automóviles cuando iba acompañado de su mujer embarazada.

Sorprendente permisividad

Hasta el propio Vingegard se sorprendió al ver que cuando atacó ninguno de los favoritos intentara salir a neutralizarle. Los únicos que lo intentaron sin éxito fueron Fisher-Black y Poels, a los que más tarde se unió el español Mikel. Ayuso y Mas decidieron quedarse junto a Kuss y Roglic. Tan solo a falta de un kilómetro, cuando ya tenía asegurada la victoria el danés, Juan Ayuso primero y Enric Más después reaccionaron. Fue tarde y Roglic fue capaz de aguantarles ritmo. Al único al que se le vio sufrir fue al líder, Stepp Kuss, que además de tiempo con su compañero perdió algo de crédito para las dos colosales etapas que van a pasar por el Principado.

La etapa de hoy, entre Ribadesella y el Alto del Angliru, es la etapa reina de esta edición de la Vuelta a España. Una jornada a la que temen muchos de los grandes porque son conocedores de que en la montaña riosana las rodillas pueden flaquearle a cualquiera y en un momento de debilidad perder todas las opciones de imponerse en la general. Y más sabiendo que al día siguiente tendrán que afrontar etapa de La Cruz de Linares.

Al margen del final, en el resto de la etapa cántabra lo más destacado fueron los tramos con lluvia, donde se llegaron a ver rayos. Una etapa que transcurrió entre constantes ataques y neutralizaciones. Las caídas también hicieron acto de presencia en el desfiladero de La Hermida, siendo a más espectacular la de Luis León Sánchez, que se quedó tirado sobre el asfalto. El de Mula (Murcia), que el día anterior había anunciado su retirada, pudo finalmente levantarse y entrar en meta animado por todos los aficionados.

El gijonés Iván García-Cortina también fue protagonismo a falta de 10 kilómetros, cuando se puso a tirar del pelotón para llevar bien colocado a Enric Mas al inicio del puerto. Ahí terminó su trabajo y se dejó ir para guardar fuerzas. Pena que su jefe de filas no estuviera más atento al ataque de Vingegaard.

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