Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo, el Sporting y el PSG-Real Madrid: El cortoplacismo y el Cosmos NY

En Oviedo andan cabizbajos, pero agotan las entradas para El Plantío; en Gijón en el club hay quien se arrepiente de no haber despedido a Gallego tras aquella tensa discusión con un consejero y cómo recuerda el PSG a aquel equipo neoyorquino de los 70 en el que se retiró Pelé

Los jugadores del Real Madrid se lamentan de la derrota ante el PSG en octavos de final de la Liga de Campeones

Los jugadores del Real Madrid se lamentan de la derrota ante el PSG en octavos de final de la Liga de Campeones / Yoan Valat

Oviedo y Sporting se rearman. La competición en Segunda ya ha cogido velocidad y no da un respiro. Se acercan los diez partidos en los que Luis Aragonés decía que se ponía en juego la manteca de verdad. Los azules andan algo cabizbajos después de la remontada sin precedentes del domingo ante el Huesca. Y a pesar de eso, agotadas en cuestión de horas las entradas para la visita al Burgos de Berjón, el amigo del alma del Cuco.

Mientras, a 28 kilómetros, los hay (pocos) que sacan pecho tras asaltar Anduva. La memoria es frágil y el fútbol cortoplacista: vuelven los amantes del cuento de la lechera, los que defienden que hay tiempo para que los rojiblancos se cuelen en el play-off. Veremos.

Todo apunta a que de aquí al final de su etapa, y salvo milagro clasificatorio, Gallego vivirá en una reválida permanente

Lo que no cambia es el tic, tac, tic, tac que suena alrededor de la etapa de Gallego y compañía en el Sporting. En el club ya hay quien no se corta a la hora de reconocer que el mejor día para echar al técnico rojiblanco habría sido el siguiente a la tensa discusión que tuvo con un consejero tras el partido frente al Huesca en El Molinón. Todo apunta a que de aquí al final de su etapa, y salvo milagro clasificatorio, Gallego vivirá en una reválida permanente.

Por lo demás, primer asalto del partido entre el Madrid y el PSG. Los franceses recuerdan a aquel New York Cosmos de los años 70, el primer gran “invento” yanki para tratar de darle vidilla al fútbol en Estados Unidos a base de fichar a grandes estrellas ya en declive como Pelé y Beckenbauer. Pero, ojo, queda la vuelta.

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