Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo, el Sporting y el remo: Regreso a la casilla de salida

El puesto de Gallego vuelve a correr peligro. Algo lógico dentro de la ilógica que gobierna el “fúrgol” dados los números que presenta este Sporting; mientras, la crisis en la Española de Remo demuestra cómo funcionan las federaciones: deporte, dinero y política, un mal cóctel

Javi Rico y David Gallego

Javi Rico y David Gallego / LNE

El Sporting regresa a la casilla de salida. El puesto de Gallego corre otra vez peligro. Algo lógico dentro de la ilógica que gobierna el “fúrgol” dado los números que presenta este Sporting. Hace semanas la tabla de salvación fue Ibiza. Ahora nos cuentan que lo que ocurra en Anduva marcará el camino. Y todo, qué casualidad, cuando sale a la luz que los días de vino y rosas entre Javi Rico y Noé Calleja han llegado a su fin.

Este año aparece un lío en el Sporting cada vez que se abre una puerta, una ventana o un cajón. Cierto es que en el sector del balón los resultados lo tapan todo. Los buenos sirven de cortina de humo para las malas gestiones; y los malos se cargan cualquier plan diseñado al milímetro por los mejores. La duda (o no tan duda) que surge en el caso del Sporting es si el desmoronamiento interno que se percibe se debe al “sálvese quien pueda” típico de un proyecto deportivo que se va a pique, o si lo que provoca la quiebra de la parcela del balón es el ruido de sables interno. Preguntas para la junta de accionistas que se avecina.

La duda en el caso del Sporting es si el desmoronamiento interno que se percibe se debe al “sálvese quien pueda” típico de un proyecto deportivo que se va a pique, o si lo que provoca la quiebra de la parcela del balón es el ruido de sables interno

Pero donde el caos es total es en la Federación Española de Remo. El fallido asalto al poder de la presidencia, donde seguirá la asturiana Asunción Loriente, del abogado malagueño martillo de herejes en las redes, deja a la vista, al margen de la delirante entrevista del candidato con el gijonés Juanma Castaño, cómo se manejan las federaciones.

Desde el manipulable sistema de herencia franquista de elección basado en cuotas, a ese mantra de “no cobramos un euro; venimos a servir y no a servirnos” del que abusan muchos presidentes que, curiosamente, son los que acaban cumpliendo las bodas de plata y más allá en el cargo. Deporte, dinero y política. Menudo cóctel. Y menuda resaca.  

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