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La opinión de Antonio Rico: Refutación y elogio del Girona

Antonio Rico

Antonio Rico

1. Refutación. En 1800, siendo Primer Cónsul de Francia, Napoleón Bonaparte anunció el fin de la novela de la Revolución y el comienzo de su historia, en la que habría que ver lo que hay de real y de posible en la aplicación de los principios, y no lo que tienen de especulativo y de hipotético. Seguir otro camino, concluía Napoleón, sería filosofar, no gobernar. Míchel, Primer Cónsul del Girona, debería dedicarse a gobernar un equipo nacido para no descender, y no a filosofar sobre los principios de una revolución que tendría que llevar a la guillotina deportiva al Fútbol Club Barcelona y al Real Madrid, reyes absolutos de la Liga.

¿Qué hay de real y posible en ese liderato que el Girona comparte con el Real Madrid? ¿De verdad el Girona podrá aguantar el infernal ritmo que el Real Madrid suele imponer cuando siente la llamada del título? ¿Alguien cree que el Girona ganará al Barça en un Estadio Olímpico con ganas de merendarse a un equipo que es poco más que una oportunidad para ceder futbolistas como Eric García o Pablo Torre? Primero vivir, después filosofar. Es decir, primero asegurar la permanencia en Primera División y, después, tal vez soñar con clasificarse para la Liga de Campeones y no terminar dentro de un par de temporadas como acabó el Deportivo de la Coruña o el Málaga. En todo campeonato de Liga hace falta un equipo revelación, un aliciente simpático y rebelde, una nota de color, un violinista en el tejado que cante "Si yo fuera rico" y haga que nos levantemos del sofá. Pero nada más. La novela del Girona terminará pronto, y el equipo tendrá que empezar a pensar en su historia.

2. Elogio. En la película "El reino de los cielos", los cristianos asediados en Jerusalén por las tropas de Saladino no cuentan con suficientes caballeros que puedan hacer frente a un ejército imparable y bien dirigido. Entonces, Balián de Ibelín nombra caballeros a todos los siervos y defensores de la ciudad en un ambiente entre el estupor y la solemnidad, y en ese momento el Patriarca de Jerusalén pregunta a Balián si cree que hacer caballero a un hombre lo vuelve mejor guerrero. La respuesta del caballero Balián, defensor de Jerusalén, es tan corta como emocionante: sí. Es el nombre, amigos. Un sirviente pelea mejor cuando su jefe le ha nombrado caballero. Un futbolista juega mejor cuando su entrenador le ha nombrado caballero y le encarga defender las murallas del Girona de los ataques del Real Madrid y del Barça. Un equipo juega mejor cuando está convencido de que está luchando por el reino de los Cielos, por un título de Liga imposible, absurdo, ilógico y lejanísimo. Los Patriarcas preguntan a Míchel si cree que por haber convencido a sus futbolistas de que son caballeros pueden aspirar a ganar la Liga, y el Balián de Ibelín de Girona responde: sí.

3. Letras y natación. Los viejos griegos describían al ignorante como aquel que no sabe las letras ni nadar, es decir, que no tiene habilidades intelectuales ni físicas. Pero Platón dice en el diálogo "Leyes" que la cualidad más importante del buen gobernante es la sensatez, de manera que se puede confiar el gobierno de una ciudad a quienes poseen esa virtud, aunque no sepan ni las letras ni nadar. Pues bien, Míchel ha demostrado ser un entrenador sensato y, además, sabe las letras y sabe nadar. Míchel sabe de letras y por eso está dispuesto a gobernar filosofando, y no solo sabe nadar sino que ha conseguido que sus futbolistas se lancen al mar y metan el miedo en el cuerpo a los grandes porque, como sabía Vincent Freeman en la película "Gattaca", la única manera de ganar a los mejores es nadar sin reservar nada para la segunda vuelta.

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