Oviedo, José Luis SALINAS

El paro entre los jóvenes continúa desbocado. La mitad de los asturianos de menos de 25 años que quieren trabajar no lo consigue, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que acaba de divulgar el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de paro entre los jóvenes asturianos se situó durante el tercer trimestre en el 50,17%, casi 20 puntos más que hace sólo un año, y 35 puntos por encima de los que marcaba entre junio y septiembre del año 2007, antes de que comenzaran las dificultades en el mercado laboral.

La tasa de paro entre los jóvenes asturianos es, además, una de las más altas del país. Sólo la superan Andalucía (53,7%); la Comunidad Valenciana (52,16%) y Murcia (51,81%) tres de las comunidades más afectadas por el parón de la construcción. El Principado está también cinco puntos por encima de la media nacional de desempleo juvenil (45,84%). De hecho, en el conjunto del país la tasa de paro entre los jóvenes se relajó ligeramente en comparación con el segundo trimestre del año.

En total, las estadísticas señalan que en la región había durante el tercer trimestre 15.000 demandantes de empleo de menos de 25 años, de los 82.200 que había en la región. Son 5.800 más que los desempleados que había en el Principado durante el tercer trimestre del año pasado.

España es uno de los países europeos con una de las mayores tasas de desempleo juvenil. Los sindicatos rechazan que las medidas que recientemente ha aprobado el Gobierno vayan a rebajar las elevadas cifras de parados menores de 25 años. Además, el llamado grupo de «Los Cien», formado por economistas vinculados a la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), reclamó al Gobierno que imite el modelo suizo y recupere la figura del aprendiz para rebajar estas cifras de desempleados.

Precisamente, el Consejo de Ministros dio luz verde ayer a un decreto en el que se regulan las prácticas no laborales en empresas con el objetivo de mejorar la integración de los jóvenes desempleados con cualificación profesional pero sin experiencia en el trabajo. Según el Ejecutivo, la citada medida se basa en el desarrollo de prácticas no laborales en empresas que hayan tenido convenios de colaboración con los servicios públicos de empleo. Estas prácticas las podrán desarrollar personas jóvenes desempleadas, entre 18 y 25 años, con titulación oficial universitaria, de Formación Profesional o certificado de profesionalidad nula o de escasa experiencia laboral. Las prácticas tendrán una duración de entre tres y nueve meses, durante los cuales percibirán una beca de apoyo que como mínimo será del 80% del IPREM.