Recortar gastos, ahorrar lo máximo, mantener el dinero en el banco y anular tarjetas de crédito. Sólo unos meses después de que la caída del gigante Lehman Brothers (en 2008) desencadenara la Gran Recesión, el multimillonario mexicano Carlos Slim envió una carta a sus empleados en la que hacía una serie de recomendaciones sobre cómo afrontar estos nuevos tiempos económicos. Uno de sus primeros consejos era que cuidaran al máximo de su trabajo. "Deben ser más eficientes, no perder el tiempo en internet", escribió.

Pero también entraba más al detalle y hacía bastantes observaciones sobre cómo llevar a buen puerto las cuentas familiares. "Es importante que revisen sus gastos personales, procuren no gastar en cosas que no sean de primera necesidad", señaló en la carta. Frente a lo que muchos pedían, recomendó a sus trabajadores que tuvieran plena confianza en las entidades financieras donde tenían depositado su dinero. "Por más que escuchen que hay bancos quebrando en el mundo es muy improbable que suceda esto en México. Tener el dinero debajo del colchón no les da garantía", resaltó.

También reclamaba a su extensa plantilla que metieran tijera a sus deudas. "Sobre todo aquellas que tengan una tasa de interés variable. Las tarjetas de crédito son una tentación enorme, no saquen nuevas, y si pueden cancelar algunas, háganlo", señaló el millonario, que tiene varios negocios en el sector financiero.

Tras realizar un exhaustivo análisis de las causas que habían ocasionado la crisis, el mexicano también hacía en su carta una serie de recomendaciones a sus directivos. Entre ellas figuraban cuidar más de los clientes, bajar los gastos, reducir los viajes al mínimo posible, además de tratar con esmero los activos de la compañía como los automóviles, las fotocopiadoras, los ordenadores o las impresoras. "Hay que intentar vender más y hacer clientes nuevos", remarcaba.