Guerra contra las máquinas en Arcelor. Los trabajadores del tren de chapa de Gijón protagonizarán mañana, martes, un paro de cuatro horas en señal de protesta, entre otros asuntos, por los avances tecnológicos que la multinacional está probando en este taller y que supondrán la eliminación de cinco puestos laborales, uno por cada turno. El problema, defendieron fuentes sindicales, es que los 250 trabajadores de esta instalación consideran que las mejoras que se pretenden implantar no representan realmente ningún avance tecnológico y que la tarea va a tener que sacarse adelante con menos personal.

El cambio que va a realizar la compañía consistirá en optimizar y mejorar las cabinas de control del tren de chapa para que pueda haber un mejor control del proceso productivo. "Hablan de llevar a cabo una automatización, pero no se ve que vaya a haber realmente ningún avance", señaló un sindicalista.

La dirección de la empresa y los representantes sindicales se verán hoy las caras en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec) para tratar este tema, aunque las centrales van con pocas esperanzas de llegar a un acuerdo y aseguran que parece que la movilización, que se votó en una asamblea hace un par de semanas, es inamovible. En concreto, se celebrarán cuatro horas de paro entre las doce y las cuatro de la tarde.

El mismo martes está previsto celebrar una nueva asamblea para decidir si las movilizaciones suben de tono en el caso de que la siderúrgica no dé marcha atrás.

La multinacional está inmersa en un plan para automatizar, taller por taller, su producción, lo que conllevará una reducción de su plantilla. En el Acuerdo Marco firmado por los sindicatos y la empresa se recogen algunas medidas para hacer frente a este proyecto, como dejar sin cubrir algunos de los puestos que dejan los trabajadores que se van prejubilando.