La UE amenaza con sanciones a España por la eólica "offshore"

"Cada Estado miembro determinará y aplicará una ordenación del espacio marítimo. Procurarán contribuir al desarrollo sostenible de los sectores energéticos en el mar, del transporte marítimo y de los sectores de la pesca y de la acuicultura, y a la conservación, protección y mejora del medio ambiente, incluida la resistencia a los efectos del cambio climático". Es un extracto de los artículos 4 y 5 de la Directiva 2014/89 del Parlamento Europeo y del Consejo, que establece un marco legal para que los países ribereños determinen de qué manera se podrán instalar en sus costas los parques de generación eólica "offshore". En el artículo 15, como disposición final, establece lo siguiente: "Los planes de ordenación marítima mencionados en el artículo 4 se elaborarán a la mayor brevedad posible y, a más tardar, para el 31 de marzo de 2021". Un plazo que el Gobierno no ha cumplido.

Así lo apunta el propio comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, en una respuesta por escrito a preguntas del eurodiputado popular Francisco Millán Mon. En esa misma interacción, apunta a la posibilidad de incoar procedimientos por incumplimiento frente al Gobierno. "España aún no ha presentado a la Comisión su plan o planes de ordenación del espacio marítimo, tal como exige la Directiva", arranca el documento, disponible en los archivos del Europarlamento. "La Comisión está siguiendo de cerca los avances y tomará las medidas oportunas, en caso necesario, mediante procedimientos por incumplimiento", abunda. Dada la controversia generada –no solo en España– entre el desarrollo eólico marino y la actividad pesquera, Bruselas recuerda que "la Comisión no tiene competencias para evaluar la equidad de los planes de ordenación marítima respecto a los pescadores", si bien cada Estado tiene la obligación de "garantizar la consulta con las partes interesadas pertinentes (incluidos los pescadores, los criadores de marisco y los piscicultores)". El Gobierno prevé la aprobación definitiva de los POEM (plan de ordenación individualizado) después del verano, para poder así lanzar la primera subasta de polígonos para instalaciones flotantes a principios del próximo año.

La "Hoja de ruta para el desarrollo de la eólica marina y de las energías del mar en España" recoge un objetivo de entre 1.000 y 3.000 MW funcionando en 2030.

Las profundidades de la costa asturiana limitan el desarrollo de parques eólicos cimentados sobre el fondo marino; pero ya hay empresas interesadas en desarrollar parques eólicos marinos flotantes que estarían vinculados a la generación de electricidad para producir hidrógeno verde. La alianza formada por Naturgy y Enagás fue la primera que anunció un parque eólico marino flotante para Asturias. Está incluido dentro del proyecto Green Crane, que plantea una inversión 452 millones e incluye también parques eólicos terrestres, una planta de producción de hidrógeno verde y el aprovechamiento de la regasificadora de El Musel para almacenar y exportar el combustible verde. El primer despliegue de la tecnología eólica marina se prevé hacer en una escala a nivel demostrativo, con una potencia de 50 MW, y en una segunda fase el parque eólico flotante podría ampliarse hasta los 250 MW.

Por su parte la alianza Ocean Winds, formada por las empresas EDP y Engie, también proyecta un parque eólico marino flotante y semisumergible de 50 MW frente a la costa asturiana. Esta alianza tiene el punto mira puesto en la franja entre Navia y Luarca.

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