Condenado a 23 meses de cárcel por intentar violar a su hermana

El procesado logra una rebaja de la pena, que incluye diez años de alejamiento, al sufrir "una discapacidad intelectual leve"

Juzgados.

Juzgados. / JUAN PLAZA

I. Peláez

I. Peláez

Un año y once meses de cárcel, así como una década de libertad vigilada es la condena impuesta a un gijonés que en febrero del año pasado intentó violar a la fuerza a su hermana, a la que llegó a realizar distintos tocamientos antes de que su víctima lograra que cesara en su actitud. Este individuo, que durante la vista oral celebrada el pasado noviembre reconoció los cargos, logró una rebaja sustancial al aplicársele la circunstancia eximente incompleta de enajenación mental, pues sufre "una discapacidad intelectual leve con alteraciones de comportamiento y un trastorno de control de impulsos que afecta considerablemente a sus facultades volitivas sin llegar a anularlas", según los informes forenses.

El episodio ocurrió en la tarde del 15 de febrero de 2022, en el piso de Gijón en el que residía el encausado con su hermana, entonces de 33 años. Este individuo entró en la habitación de la afectada y le pidió que le "pintara las uñas". Según se recoge en la declaración de hechos probados de la sentencia del tribunal de la sección octava de la Audiencia, la mujer se negó, por lo que su hermano "empezó a gritar y a acelerarse mucho". Esa actitud violenta motivó que la víctima se asustara e intentase llegar al baño de la casa para encerrarse, pero no lo logró. El ahora condenado "con ánimo de satisfacer su deseo sexual", la "atrapó" con sus brazos mientras le gritaba: "Te voy a follar" (sic). Actuando en todo momento en contra de la voluntad de su hermana, este individuo "le bajó los pantalones y la ropa interior, la tocó por sus partes íntimas forcejeando con ella, que intentaba evitarlo mientras gritaba pidiendo ayuda e intentaba salir de la vivienda y mientras se agarraba a los marcos de las puertas". Este hombre continuó con sus mismas intenciones y "le subió la parte de arriba de la ropa a su hermana, metió su cabeza entre sus pechos y la intentó besar en la boca", describen los magistrados.

Finalmente, la víctima de estos hechos logró llegar hasta la puerta, pero sin poder escapar de la vivienda. Eso sí, consiguió que su hermano la dejase por un instante, momento que ella aprovechó para llamar por teléfono a su padre y le dijo al acusado que se progenitor estaba ya en el portal. Esas palabras fueron claves para que este individuo depusiera su actitud. De hecho, le pidió a su hermana que recogiese "todos los efectos que había por el suelo y que no contase nada de lo sucedido".

Tocamientos

En el juicio, tanto la Fiscalía como la acusación particular y la defensa alcanzaron una conformidad, donde tuvo mucho peso el hecho de que este hombre sufriese una discapacidad intelectual y el reconocimiento de los hechos. Así, el pasado mes de noviembre se acordó una pena de veintitrés meses de cárcel y diez años de libertad vigilada. Durante esa década, este gijonés tendrá prohibido acercarse a menos de 200 metros de su hermana, de su domicilio, centro de estudios o trabajo o cualquier sitio que ella frecuente. Tampoco podrá comunicarse con su hermana por ningún medio durante el mismo tiempo de condena. Además, durante los próximos cinco años tendrá prohibido desempeñar actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza. Por último, y durante un lustro, estará en la obligación de participar en programas formativos, laborales, culturales de educación sexual u otros similares y la obligación de seguir tratamiento médico externo, o de someterse a un control médico periódico.

El caso

  • Acusado. Un gijonés con una discapacidad intelectual leve, que provoca alteraciones de comportamiento y un trastorno de control de impulso, pero no llega a anular sus facultades volitivas. 
  • Víctima. Hermana del condenado. Intentó zafarse del ataque, pero hasta que no llamó a su padre y le advirtió a su hermana que éste se encontraba cerca, no cesó el ataque. 
  • Cargos. El procesado reconoció ser el autor de un delito de agresión sexual. Según los hechos probados de la sentencia, le dijo a su hermana «te voy a violar» al tiempo que iba quitándole la ropa a la fuerza para lograr sus objetivos. 
  • Condena. Al aplicarse la eximente de enajenación mental, la pena queda en 23 meses de cárcel y diez años de libertad vigilada, que incluyen la prohibición de acercarse a su hermana y someterse a terapia, entre otras. 

Suscríbete para seguir leyendo