El cierre del Rey Pelayo deja varias clases con fotocopias al no recuperar sus libros

Siete colegios asturianos donan materiales a los niños de cuarto y sexto, los más afectados, a la espera de que puedan entrar al centro a recuperarlos

El colegio Rey Pelayo tras el derrumbe. | Ángel González

El colegio Rey Pelayo tras el derrumbe. | Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Con fotocopias y mucha paciencia. Así trabajan desde hace más de un mes los alumnos de cuarto y sexto de Primaria del Rey Pelayo tras haberse quedado dentro del colegio clausurado la mayoría de sus libros de texto. Las carencias también las padecen los estudiantes de tercero de Primaria, que tampoco tienen sus libros, pero sí los cuadernillos de ejercicios. Estos cuadernillos se compraron de nuevo tras el derrumbe a la vez que los que emplean los alumnos de Educación Infantil y primero y segundo de Primaria, que solo utilizan estos documentos para sus clases. La carestía en sexto y cuarto tiene visos de solucionarse gracias a la solidaridad de otros colegios. Siete centros de toda Asturias han donado libros de su fondo documental al Rey Pelayo. El centro sigue esperando por el informe final de los daños en el colegio para saber si pueden acceder al edificio a recuperar otros materiales imprescindibles."La solidaridad está siendo muy importante", expresa Carla Gallego, la presidenta de la Asociación de madres y padres.

Que haya alumnos que sí tengan materiales y otros que no se explica, en parte, por el cambio de ley educativa, pero también por la propia suerte ya que los estudiantes de quinto de Primaria se llevaron a casa casi todas sus cosas el día antes del colapso del aula. Con la entrada en vigor de la LOMLOE, los colegios renovaron en septiembre los libros de los cursos impares. Mientras que aplazaron al curso 2023-2024 el cambio en los pares. Como a partir del año que viene los libros de cuarto y sexto van a ser diferentes, las familias optaron por no comprarlos de nuevo. "Al final, el dinero público no es gratis y no queríamos que se adquirieran para tirarlos en poco tiempo", explica Gallego.

La situación es diferente en otros cursos. Los alumnos de Educación Infantil y los de primero y segundo de Primaria utilizan cuadernillos de ejercicios rellenables. Es decir, solo tienen un uso y no se pueden reciclar. Muchos se han quedado en el centro, pero en este caso sí que se optó por volver a comprarlos. Es decir, que estos cuadernillos se han adquirido dos veces. Una, por parte de las familias a principio de año, y ahora, por el colegio con fondos públicos, tras el colapso.

Lo más enrevesado está en tercero de Primaria, ya que es un curso que utiliza tanto cuadernillos como libros. Al ser curso impar, tienen los libros nuevos. Pero por ahora, estos no se han vuelto a comprar y tampoco pueden entrar al Rey Pelayo a por ellos. De ahí, que la llegada del informe final sea tan importante para el colegio y también para las familias. Algunas de ellas ya reivindicaron en el pasacalles del jueves que algunas estaban "desangeladas" debido a la falta de materiales.

La escasez en los cursos de cuarto y de sexto va camino de solucionarse gracias a las donaciones de otros colegios impulsada por el AMPA y por el Rey Pelayo. Han cedido ejemplares el Eduardo Martínez Torner, Alfonso Camín y La Escuelona, en Gijón. También el Narciso Suárez, el Germán Fernández Ramos y el Buenavista III de Oviedo, así como el Poeta Antón de Mari-Reguera de Candás (Carreño). Si fuera necesario, el colegio Clarín también se postuló y así otros muchos. Por otro lado, la editorial Santillana ha abierto al centro las licencias digitales para poder tener acceso también de forma sencilla a los contenidos necesarios para impartir las clases. "Al final, nos van a sobrar", añade Carla Gallego, que, como el resto de la comunidad del Rey Pelayo espera el informe definitivo.

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