La fábrica especializada en eólica marina del puerto gijonés creará 1.100 empleos

Zima anuncia que su proyecto con Duro dará trabajo a talleres de la región | EDP decidirá este año su inversión en hidrógeno para Aboño

El proyecto del Grupo Zima para fabricar en El Musel estructuras y componentes para la energía eólica marina flotante en alianza con Duro Felguera supondrá una inversión de 80 millones de euros, la ocupación de 120.000 metros cuadrados y la creación de 1.100 empleos, de los que 300 serán directos y 800 indirectos. El proyecto, que se acometerá a través de la sociedad Dea Astúrica, pretende iniciar la fabricación en 2025, anunció este martes Miguel Zorita, presidente de Zima y Dea Astúrica, durante la jornada organizada en Gijón por LA NUEVA ESPAÑA y la Autoridad Portuaria de la ciudad.

Zima y Duro Felguera, que había impulsado también su propio proyecto para acometer la misma actividad en El Musel, llegaron a un preacuerdo en enero para converger en una iniciativa única que podría estar abierta también a la entrada de otros socios que aporten valor.

El proyecto, que se presentó a la Autoridad Portuaria de Gijón en diciembre de 2021, prevé la fabricación de todos los equipos de la eólica marina flotante salvo las palas y las turbinas, y tendrá una concepción flexible para que pueda hacer otros componentes.

En el diseño de la operación se cuenta con la contribución de los talleres metalúrgicos existentes en Asturias, a los que se les aportará carga de trabajo subcontratando tareas.

La existencia de esta estructura industrial de la región y de personal cualificado –aunque insuficiente– en mayor abundancia que en otros territorios fueron factores decisivos para elegir Asturias como localización. También influyó la existencia de terreno disponible en la ampliación de El Musel y la posición geográfica del puerto, que facilitará la exportación de las estructuras y equipos a los mercados del Norte de Europa y el Báltico, que, "aunque no serán los más importantes, sí son los más inminentes", según Zorita. La fuerte vinculación de Zima con Asturias a través de su filial Daorje y la receptividad de la Administración autonómica fueron otros factores favorables.

El emplazamiento fabril de El Musel será pionero en el mundo en su especialidad, según el presidente de Zima, como instalación integrada y creada expresamente para la actividad que se pretende, lo que es, señaló, "más eficiente". Hasta ahora, sostuvo, los precedentes existentes comparten instalaciones en grandes astilleros, lo que podría ser incompatible en los periodos de alta contratación de buques de nueva construcción, indicó el empresario.

Dea Astúrica está a la espera de superar el periodo de concurrencia en el que otros posibles aspirantes pudieran pretender la concesión a la que opta en El Musel. Una vez que se rebase esta fase –"No creo que pasemos del verano", dijo Zorita–, y cuando "ya solo podrá haber alegaciones pero no oposición" en la fase de tramitación pública, el promotor empezará a negociar la financiación –"Además de capital se precisa apalancamiento"– y los acopios, entre otros extremos relevantes de la inversión que, sin la disponibilidad de los terrenos, no es factible abordar, indicó.

EDP

La compañía energética EDP prevé tomar a fines de este año la decisión definitiva para el proyecto de hidrógeno en Aboño, que en su primera fase supondrá disponer a partir de 2025 de 100 megavatios, ampliablres, una vez experimentado el modelo, hasta los 500 negavatios, límite de capacidad en el emplazamiento. Ese mismo año se hará la transición hacia el gas natural en el caso del grupo 2 de Aboño, cuyo mantenimiento "se considera crítico para garantizar el suministro y la estabilidad del sistema" eléctrico, dijo Pablo Argüelles, director de generación de la compañía. En esa fecha la producción con carbón desaparecerá de modo definitivo en los centros de producción de la empresa y el uso de gas natural proseguirá hasta 2030.

Aboño será el "gran valle del hidrógeno", con una inversión de 140 millones (la construcción comenzará el año próximo) y Soto de Ribera, el otro gran emplazamiento termoeléctrico de la compañía, se transformará en una "gran pila" para el almacenamiento de energía mediante diversas tecnologías: baterías, sales y aire líquido, según los planes ya anunciados. El grupo 5 de Soto (uno de los dos ciclos combinados) cumplirá además la función de absorber energía reactiva y gestionar la tensión de las líneas de Castilla y León cuando no haya viento ni sol.

El propósito de EDP es alcanzar en sus emplazamientos españoles los 1.500 megavatios en hidrógeno en 2030.

La compañía ya produce hidrógeno verde en Pecém (Brasil) desde hace un mes con un megavatio de potencia; en septiembre comenzará a hacerlo en Lisboa mediante una mezcla con gas natural (también con un megavatio de potencia) y, acto seguido, se abordarán los proyectos españoles: Los Barrios, Aboño y Soto de Ribera. Hoy "es muy complicado bajar el coste del hidrógeno verde de los 3 euros el kilo, y esto es lo que hace necesarias las ayudas públicas", sostuvo Argüelles.

EDP destinará el hidrógeno de Aboño al consumo local y de proximidad y a la exportación. Argüelles destacó la gran oportunidad que entraña que Gijón vaya a ser el vértice troncal que una los dos grandes ejes de la red básica de hidrogenoductos en España.