Reabierta la causa por la muerte de Eleazar tras su detención en El Molinón

No está todo dicho en el "caso Eleazar". La magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón acaba de decretar la reapertura de la causa, tal y como solicitó en un escrito la familia del joven, de 30 años y con una minusvalía psíquica del 75%, que falleció de un infarto tras una detención en los aledaños de El Molinón en septiembre de 2019, cuando disfrutaba de un partido entre la selección española de fútbol y las Islas Feroe. Junto a la petición, sus padres han aportado nuevas pruebas documentales forenses para que, según solicitaban, se practicasen las diligencias pertinentes.

Por ello, la jueza ha considerado oportuna la reapertura de las actuaciones, algo que se ha notificado al Ministerio Fiscal. En concreto, prestará declaración como perito el doctor Manuel Francisco Carrillo Rodríguez, médico especialista en Medicina Legal y Forense, a finales de octubre a través de videoconferencia. Se trata de una declaración en la que estará presente la Fiscalía y con la que la familia pretende demostrar que existen indicios de delito por parte de ocho vigilantes de seguridad y cinco agentes de la Policía Local de Gijón, tal y como defendió en su momento en el escrito de acusación presentado en marzo de 2021. Para los primeros solicitaban seis años de cárcel por homicidio imprudente y un delito contra la integridad moral, mientras que para los policías pedían otros seis años más por un delito de detención ilegal.

Fue la Sección Octava de la Audiencia Provincial la que decretó el sobreseimiento provisional de las diligencias en marzo de 2021, tal y como también solicitó la Fiscalía y la defensa de los acusados, "al no existir indicios racionales de criminalidad suficientemente sólidos para estimar la presencia de un delito que permitan sustentar la acusación". El abogado de la familia es Marcos García–Montes, quien precisamente se encarga de la defensa de Daniel Sancho, el hijo del actor Rodolfo Sancho, acusado en Tailandia de matar y descuartizar al médico colombiano Edwin Arrieta.

Este giro en el caso llega cuando se cumplen cuatro años de s muerte. El fallecido había acudido a El Molinón para presenciar el partido. En un momento, se "alejó de su acompañante y salió del estadio", y luego trató de regresar al interior, cuando les explicó a los porteros, "balbuceando", que quería ir con su padre, pero no tenía la entrada ni su número de teléfono. Aprovechó un despiste de los guardias para colarse en el campo, momento en el que uno de los vigilantes le interceptó tras un forcejeo. Varios compañeros de seguridad procedieron a inmovilizarle hasta la llegada de los agentes de la Policía Local, quienes le trasladaron al centro de salud El Parque–Somió para que fuera examinado. Poco después comenzó a convulsionar y entró en parada cardiopulmonar hasta que falleció. En un primer momento, la magistrada al frente de la instrucción optó por elevar el caso a juicio, algo que posteriormente fue revocado. Ahora la familia trata de arrojar más luz al caso.

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