Moriyón confirma la expulsión de Vox del gobierno local: "Gijón no experimentará ningún retroceso en sus libertades"

"Ha estado paralizando el funcionamiento del Ayuntamiento y han sido pasivos en cuanto a un elemento tan fundamental como las ordenanzas fiscales", afea la Alcaldesa

"Vox queda fuera del gobierno local". Así anunciaba ayer por la tarde la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, el fin del tripartito en una decisión avanzada horas antes por la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA y con amplia repercusión dentro y fuera de Asturias por ser la primera expulsión de la formación de Santiago Abascal de la gestión de una administración relevante desde los comicios del pasado mayo. Poco más de tres meses ha durado el gobierno compartido de Foro, el PP y Vox. El tercero liderado por Moriyón y el primero en la historia de la ciudad compuesto por tres fuerzas políticas. 

La salida de los dos ediles de Vox deja a Moriyón sin la holgada mayoría de 15 representantes que permitía a su gobierno pasar el rodillo sobre la izquierda municipal, con doce integrantes. Y lo hace en pleno debate sobre las ordenanzas fiscales como paso previo a la aprobación del primer presupuesto de la nueva etapa consistorial. Aunque el voto de Vox a esas ordenanzas, se supo ayer, iba a ser un "no". Esta mañana es la sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno para aprobarlas. Ya no estará en ella Sara Álvarez Rouco, hasta ahora edil de Festejos. El otro concejal de Vox, Óliver Suárez, deja de ser presidente de Divertia. El grupo municipal del PP, tercer socio, prefirió ayer guardar silencio.

¿Qué pasó ayer para que Moriyón decidiese desmantelar el gobierno? La pieza que puso en marcha la maquinaria fue una rueda de prensa matutina en la que Sara Álvarez Rouco, en su condición de edil de Festejos, anunciaba cambios en el Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX). Cambios que para la edición del mes que viene se concretaban en incorporar un nuevo premio donde se galardonase a proyectos o personas que representasen los valores del "trabajo, el esfuerzo y el respeto a los demás, que son los valores que defiende Vox". Para las siguientes ediciones, el plan era un FICX con "contenidos para todos los públicos y no solo para unos pocos" y donde no se garantizaba la continuidad de proyectos, secciones o premios que ahora vinculan al festival con el colectivo LGTBI, el uso del asturiano o el movimiento de mujeres. "Determinados colectivos han hecho gala en la entrega de premios de la promoción exclusiva de sus intereses hablando de activismo y militancia que en un festival abierto como el que queremos está fuera de lugar", fue la respuesta de Rouco a la continuidad del premio "Rambal" que da Xega, por ejemplo. Todos estos cambios en el FICX no los había comunicado Vox a sus socios.

Pero no solo era el FICX. O por lo menos así lo explicó Moriyón en una comparecencia pública en el salón de recepciones del Ayuntamiento a las seis de la tarde rodeada de los ediles del grupo municipal de Foro –con la ausencia de Jesús Martínez Salvador que no está en la ciudad– y en la que no admitió preguntas. Antes de esa comparecencia, había compartido un mensaje en redes sociales que animó la expectación de todos: "Se acabó".

"Es una decisión muy meditada que no responde únicamente a las declaraciones sobre el FICX. Declaraciones que, por otro lado, considero que no están a la altura de una ciudad como Gijón y atentan contra la tolerancia que siempre caracterizó y va a seguir caracterizando a esta ciudad", concretó la regidora antes de acusar a Vox de "anteponer sus siglas al interés general de Gijón". "Y, mientras sea alcaldesa, eso no lo voy a consentir", dijo.

Aseguró Moriyón que el partido que preside "cree profundamente en la democracia". "Por eso, entendimos que las urnas avalaban la entrada de Vox en el gobierno. Una entrada que implicaba trabajar por y para Gijón. La realidad de estos meses es que hemos encontrado un Vox que no fue capaz de ejercer la responsabilidad de gobierno y que antepuso sus siglas". De hecho, la regidora forista fue más allá en su carga contra Vox al asegurar sin tapujos que "ha paralizado conscientemente el funcionamiento de la organización municipal". "Y ha sido totalmente pasivo respecto al primer gran proyecto conjunto de un gobierno local: las ordenanzas fiscales", prosiguió Moriyón. 

Desde el entorno forista se ha criticado la falta de participación de Vox en el diseño de las ordenanzas y desde Vox se ha reprochado a Foro, que tiene la concejalía de Hacienda, que no contara con ellos. Algo que justificaría su voto en contra ya en la propia Junta de Gobierno.

Aunque no sería la primera vez que Vox se desmarcara del PP y Foro en una votación plenaria. El uso del asturiano, que llevó a la edil de Festejos a insinuar una especie de censura para músicos que cantaran en asturiano si ello conllevaba la defensa de la oficialidad de la llingua, ya fue motivo de enfrentamiento interno en el seno del gobierno. Un golpe de Vox a un elemento básico para Foro como partido. Igual que lo fueron las exigencias de Vox en políticas de igualdad –que están bajo la competencia directa de la Alcaldesa– al pedir cambios en la ordenanza, en la gestión de las subvenciones y en la dirección del área. Nada de eso ocurrió. En el caso de la ordenanza, que se había aprobado de manera inicial en el anterior mandato con el único voto en contra de Vox porque al no haber alegaciones –Vox no las presentó pese a ser la vía de parar una tramitación en curso– su aprobación definitiva y entrada en vigor fue automática.

Hubo otras tensiones. Un informe jurídico explicitando la incompatibilidad por su cargo como diputada en la Junta General del Principado frenó la intención de Vox en tener a su portavoz Álvarez Rouco en algunos consejos de administración. Ante esa imposibilidad fue sustituida por personas de su entorno más cercano. Gotas y gotas hasta que el vaso de la paciencia de la Alcaldesa se desbordó. "Quiero ser muy tajante. Foro no incumple con esto ningún pacto. Al contrario. El primer compromiso del partido que tengo el honor de presidir es con Asturias y en concreto con Gijón", sentenció Moriyón en su alocución.

Pero en los poco más de tres minutos de comparecencia de Moriyón, hubo otros dos mensajes. Uno a los gijoneses en general, a los que aseguró que Gijón "no experimentará ningún retroceso en libertades". "Es una ciudad libre, tolerante y acogedora. Siempre lo ha sido y lo seguirá siendo", dijo. Y otro para Vox, en particular: "Mientras sea alcaldesa, no voy a permitir ninguna injerencia ni desde Madrid ni desde donde sea". Un aviso a navegantes ante la posibilidad de que el movimiento de Vox estuviera enmarcado dentro de una estrategia nacional.

"Se acabó": el enigmático mensaje de la Alcaldesa previo a su anuncio

"Se acabó". Dos palabras y un punto fue lo único que necesitó ayer la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, para dejar entrever el fin de un gobierno, el del tripartito que unió a Foro, el PP y Vox para impedir que la izquierda continuase al frente del Ayuntamiento de Gijón. Dos palabras y un punto enigmáticos que hizo llegar de manera directa a todos los gijoneses a través de las redes sociales, sin aclarar más hasta la rueda de prensa que dio por la tarde, después de que este diario despejara la incógnita. Y dos palabras y un punto que se escribían poco antes de la una y media de la tarde cuando aún resonaban las palabras con las que –solo un par de horas antes en la planta baja del Ayuntamiento– la líder de Vox, Sara Álvarez Rouco, había desgranado sus planes para el FICX.