Así es el LX Factory, el espacio de Lisboa en el que Gijón se inspira para transformar los terrenos de Naval

LX Factory, el espacio de la capital lusa en el que se inspira el gobierno local, es una antigua zona industrial que hoy acoge oficinas, bares y salas de exposiciones

Público en la LX Factory. | LX Factory

Público en la LX Factory. | LX Factory / A. F. V.

A la sombra del acero del imponente puente 25 de abril de Lisboa uno se puede tomar una cerveza, comer en un restaurante terapéutico, comprar un libro o trabajar en un espacio de coworking sin salirse del mismo recinto. Se trata de la LX Factory, una iniciativa puesta en marcha en 2008 sobre los 28.000 metros cuadrados de una antigua fábrica de tejidos que, tras años y años de abandono y degradación, hoy es el epicentro de la movida lisboeta. Este proyecto, que ha cosechado varios galardones a nivel europeo por su exitosa recuperación de una zona industrial en desuso, es el espejo en el que Gijón quiere mirarse para su plan de desarrollo de los antiguos terrenos de Naval Gijón que confía en comprar más pronto que tarde.

El LX Factory abre sus puertas de 6.00 a 2.00 horas. Tras sus muros pueden encontrarse numerosas iniciativas empresariales singulares. Hay una veintena de establecimientos hosteleros, entre los que se encuentran pizzerías, cervecerías artesanales o hasta un restaurante terapéutico con menús adaptados a las necesidades de cada uno. También hay cerca de 30 tiendas con productos de todo tipo: artesanía, joyería, muebles, galerías de arte, librerías, barberías... Además, se reserva espacio para oficinas. Unas 25 empresas tienen su base en este espacio. La mayoría de ellas ligadas al mundo del diseño e internet.

Según las guías especializadas, el LX Factory es hoy uno de los epicentros de la movida lisboeta, todo un "must" para el turista. Se estima que al año pasan unas 700.000 personas por este espacio que también cuenta con una amplia agenda cultura a base de conciertos o exposiciones.

Ahora, la idea del gobierno local es tratar de replicar o adaptar a Gijón algunos de los puntos fuertes de esta iniciativa en los antiguos terrenos de Naval Gijón que, si nada se tuerce, acabarán en manos municipales. Lo que más parece gustar en el Ayuntamiento de este proyecto es cómo han conseguido dar vida a una zona industrial antaño degradada e incorporarla al día a día de la vida de la ciudad.

Es por eso que en el primer boceto que está haciendo el Ayuntamiento para este polo científico ligado a la economía azul cabe la opción de que los edificios de oficinas alberguen bajos comerciales para iniciativas del sector servicios que permitan integrar en la vida gijonesa a este proyecto.

La LX Factory fue una iniciativa totalmente privada. Fue impulsada por una firma portuguesa, Mainside, que posteriormente la vendió a una compañía francesa. A su vez, ésta la traspasó de nuevo a un grupo con capital luso y europeo. Una de las opciones que gustan al gobierno local gijonés es la posibilidad de optar por una colaboración público-privada en el desarrollo de los terrenos de la antigua Naval Gijón.

Sin lugar a dudas, existen ciertos paralelismos entre el proyecto lisboeta y el que plantea el Ayuntamiento de Gijón: ambos se encuentran en un enclave fundamental para la ciudad y eran espacios industriales en desuso durante décadas. Puestos a comparar, el proyecto gijonés podría contar, incluso, con alguna baza más a su favor. Si bien la LX Factory se encuentra muy cerca a la bucólica ribera del Tajo, los terrenos de Naval Gijón están, prácticamente, a pie de mar, lo que a priori parece una ubicación mejor.

Otro punto a favor del antiguo suelo industrial que el Ayuntamiento de Gijón espera adquirir a no mucho tardar es que su superficie es netamente superior a la de la LX Factory. El espacio portugués cuenta con 28.000 metros cuadrados. Los antiguos terrenos de Naval Gijón, sumando las parcelas que se encuentran en manos del Puerto y las de Pymar, superan los 40.000.

Por contra, una de las principales debilidades que puede encontrar el proyecto gijonés es que, según el Plan General de Ordenación, en esa zona debe asentarse un polo científico ligado a la economía azul, lo que podría limitar la explotación empresarial del futuro parque.

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