Los nuevos bonos al consumo de Gijón "fidelizarán al cliente", aplaude el comercio local

"Generará una cadena de compras", destaca la Unión de Comerciantes, que pedirá aumentar la partida para el plan con el remanente

Público en un negocio de moda del centro de Gijón. | Juan Plaza

Público en un negocio de moda del centro de Gijón. | Juan Plaza / R. Valle

Fidelizar clientela y generar una cadena de compras que multiplique el efecto positivo en el comercio local del dinero que aporte el Ayuntamiento. Ese es el objetivo que se busca conseguir con el nuevo giro a los bonos al consumo, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, en el que trabaja el Ayuntamiento de Gijón en el marco de la mesa de negociación del nuevo pacto de concertación social y con el apoyo de la Unión de Comerciantes del Principado de Asturias. Gijón ha encontrado la inspiración para reformular los bonos que nacieron con la pandemia como fórmula para reactivar comercio y hostelería tras meses de cierre en el programa "Volveremos" del Ayuntamiento de Zaragoza.

En la capital maña las compras realizadas en los negocios adheridos al programa durante un periodo que se denomina de acumulación van generando un saldo en la "hucha" del cliente que se transforma en descuentos en posteriores compras en cualquier negocio adherido y durante el resto del año. El proceso se gestiona a través de una app y con límites tanto al dinero total que para descuentos pueda tener cada cliente por campaña como del que pueda disponer por compra o por establecimiento.

"Más que incentivar el consumo ahora se trata de fidelizar a la clientela. Los bonos tuvieron la función que tuvieron en un momento extremo pero ahora se trata de ir más allá". Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes de Asturias, fija en ese concepto de fidelización la clave de la nueva propuesta. Moreno y la presidenta de la Unión, Sara Menéndez, viajaron hasta Zaragoza para conocer de primera mano el proyecto "Volveremos" y tantear la opinión de los comerciantes. Estaban encantados. Igual que los responsables de la Cámara de Comercio de Zaragoza, que va de la mano del Ayuntamiento en un programa que, en 2023, tuvo 4.300 comercios adheridos y 80.000 vecinos con la app instalada. Ahora están preparando la campaña de este año y el Ayuntamiento ha subido su aportación a cinco millones de euros.

Para la asturiana Unión de Comerciantes el nuevo modelo supone un avance sustancial. "Con los bonos tu entrabas a un comercio y hacías una compra. Con este sistema, como mínimo, visitas dos tiendas: donde haces la primera compra y donde haces la compra con descuento, pero pueden ser tres, o cuatro, o cinco...", explica Moreno. Y luego está la mayor rentabilidad que se consigue del dinero que se invierte desde la administración pública. "Con los bonos se multiplicaba por dos, con este sistema, como mínimo, por seis", explica la gerente de la Unión de Comerciantes.

De dar el salto de "esos bonos que te permitían comprar más barato a esa reiteración de la compra que te permite fidelizar al comprador con un mayor conocimiento del comercio y del comerciante" habla también Luis Díaz, director de Gijón Impulsa, la entidad municipal que gestionó los anteriores proyectos de incentivos al consumo. La idea parece estar clara. Toca fijar las condiciones que permitan, y ese es otro de los retos, que el programa reparta sus beneficios por cuantos más negocios mejor y en todos los territorios de la ciudad. "No se quiere que esto pueda quedar en manos de pocos clientes y de pocos establecimientos, tiene que irradiar a todo el mundo y eso se consigue poniendo límites en las compras", explica el gerente municipal.

Unos límites y unas condiciones que se negociarán en una mesa específica con todos los socios del Ayuntamiento en la concertación: la patronal, a través de la Federación Asturiana de Empresarios –a la que pertenece la Unión de Comerciantes–, y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. Por ahora las reticencias a este proyecto llegan desde el ámbito sindical.

Frente a esas reticencias está el ímpetu de la Unión de Comerciante que ve perfectamente factible que este proyecto municipal esté operativo entre octubre y noviembre como alternativa a ese periodo bajo en las compras. Un proyecto compatible, además, con el tradicional sistema de bonos al consumo que, este año, se impulsa desde el Principado de Asturias como una estrategia de ámbito autonómico y que se espera para la primavera. Otro matiz en cuanto al nuevo programa municipal: se plantea solo para el comercio. No hay que olvidar que en anteriores ocasiones los bonos gijoneses también se podían utilizar en hostelería.

¿Dinero? El presupuesto municipal para 2024 incluyó una reserva preventiva de 500.000 euros para un proyecto de bonos aún sin definir. Eso es lo que hay por ahora pero desde la Unión de Comerciantes ya se piensa en ampliar esta partida usando parte del remanente que pueda incorporar el Ayuntamiento a su presupuesto en los próximos meses. "Vamos a luchar para que se tenga en cuenta en ese remanente al comercio, que genera el 18% del empleo y el 15% del PIB", concretó la gerente de la Unión de Comerciantes.

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