Llegar puntuales al futuro

Por un Xixón inclusivo, que avance en sostenibilidad, mire a sus barrios y apueste por el sector tecnológico

Javier Suárez Llana

Javier Suárez Llana

Hay dos maneras de entender Xixón. Una vive de la nostalgia de la ciudad que fue y otra se proyecta con ambición hacia el futuro. Dos miradas diferentes que configuran dos modelos que se oponen, el de la ciudad detenida o el de la ciudad que avanza. Y de los dos, el próximo 28 de mayo tenemos que elegir solo uno.

Yo quiero un Xixón que avance en sostenibilidad, porque una ciudad más verde será también una ciudad que cuide más la salud de quienes vivimos en ella. Los próximos años tienen que servir para mejorar de una vez por todas la calidad del aire que respiramos, para continuar recuperando nuestros ríos y nuestro litoral, para que nuestros barrios ganen espacios verdes y entornos escolares saludables y para que movernos entre ellos sea fácil, seguro y sostenible. Para tener más y mejor transporte público.

Quiero también un Xixón innovador que mire a los barrios del Oeste y del Sur para potenciar nuevos desarrollos productivos que generen en ellos actividad económica y empleo de calidad.

Una ciudad que entienda que su sector tecnológico es una apuesta irrenunciable de futuro, que la cultura puede ser también una industria, que Zalia y "solarón" industrial no deben seguir siendo ser sinónimos y que cuidar el comercio de proximidad es cuidarnos como ciudad.

Quiero también un Xixón más habitable en el que la vivienda no sea un problema sino una garantía, que apueste de manera decidida por la promoción de vivienda pública y no le tiemble el pulso para poner tope a los precios del alquiler.

Una ciudad cooperativa que produzca energía renovable en cada barrio y ayude así a rebajar la factura de la luz que pagamos cada mes.

Y quiero un Xixón inclusivo y de derechos que no deje a nadie atrás. Que genere oportunidades de futuro para las personas jóvenes, que recupere lo comunitario para que ninguna persona mayor se sienta sola, que acoja con los brazos abiertos a los que llegan desde lejos para construir junto a nosotros una vida mejor. Que haga visibles a las personas que no lo son a pesar de que viven en las calles que pisamos cada día. Que cuide, en definitiva, lo importante, que es siempre lo más cercano.

Este es el Xixón que quiero construir a partir del próximo 28 de mayo. Un Xixón que recupere el entusiasmo colectivo, la ambición de imaginar el mañana y la valentía para seguir dando pasos que nos hagan llegar puntuales al futuro.

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