Por libre

El valor de los Valores

Filippo Priore

Filippo Priore

Con las vacaciones comenzadas para todos aquellos estudiantes que supieron hincar los codos a tiempo, sin dejar nunca para mañana lo que pudieran hacer hoy, o mejor aún, ayer (deberían tomar nota buena parte de la clase política, eso sí, cada vez con menos clase, tal vez por no haber frecuentado las aulas), me gustaría compartir con ustedes una reflexión personal. Una de tantas que me vienen a la cabeza cuando paseo por nuestra villa marinera, donde lo que sobran son sendas por los que andando, un anónimo caminante puede llegar a hacer camino.

Quienes se hallen próximos al medio siglo de existencia y de experiencias, o quienes ya hemos superado ese nivel (para nada línea roja), crecimos y nos formamos como personas y algunos después también profesionalmente, al amparo de un sistema educativo donde existían unos Valores (con mayúscula), en los que el respeto a toda autoridad, fuera esta paterna, educativa, sanitaria o procedente de cualquier servicio público, era sagrado. Podría seguir mencionando otros valores, pero creo que estaría de más, pues son bien conocidos por todos.

En nuestra Asturias, Paraíso Natural, como en todas las comunidadedes autónomas., la Educación es una de tantas competencias que el gobierno central en su día decidió delegar en ellas. Sin embargo, esto que principio pudiera parecer que era algo positivo, ha acabado por ser el Caballo de Troya de algunos, para hacer y deshacer a su antojo, con el único fin de transformar las aulas en campos de concentración para el libre pensamiento. Y no vayan a creerse que nuestra región, si bien lejos aún por suerte de la situación crítica que se vive en otras, con salvajes imposiciones lingüísticas e ideológicas, se libra de tener alguna que otra oveja negra en el rebaño. Que de lograr rebaños dóciles es de lo que va el tema.

Sin embargo, y con independencia de lo anterior, lo que jamás aceptaré es que con la excusa de oponerse al actual modelo educativo asturiano, que en este último curso ha tenido alguna que otra deficiencia a nivel general, se pueda utilizar la violencia como arma reivindicativa.

Cualquiera que siga las noticias de actualidad, sea este local, regional o nacional, conocerá a buen seguro un innumerable y vergonzante cúmulo de agresiones en todos los ámbitos antes citados, pero en particular también entre los profesionales del sector docente. Lo peor es que en estos ataques, en no pocas ocasiones los responsables de las mismas hayan sido padres. Me pregunto en qué clase de sistema educativo se formaron estos. En el mío, seguro que no.

En ese ahora denostado sistema de formación, la fuerza de la razón acababa por imponerse siempre a cualquier tipo de fuerza oscura, como puede ser la violencia, sea esta física o verbal. Lástima que algo tan sencillo pueda olvidarse tan pronto. Es por ello el momento de realizar una severa auditoría al valor de los Valores y poner el remedio más eficaz que ponga en el lugar que le corresponde a tanto cobarde cenutrio suelto.

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