El presidente y el arzobispo

Sobre la polémica en Covadonga

Fidel García

Fidel García

Don Adrián Barbón, presidente de todos los asturianos, pide continuamente que no se acuda a los insultos cuando se opina sobre su gestión de los asuntos políticos. Sin embargo, su Gobierno, su partido y él mismo, insultan todos los años a monseñor fray Jesús Sanz Montes, cuando en las homilías con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Covadonga que se celebran en la basílica predica como pastor de la Iglesia Católica, sobre las realidades de la región desde los valores de la doctrina social y moral que la Iglesia Católica cree y defiende inspirada en el mensaje de los Evangelios. Por eso defiende la dignidad de la mujer, poniendo como referente la madre virginal de Jesucristo y el respeto y cuidado de la creación según los principios de San Francisco de Asís en el "Cántico a las Criaturas de Nuestro Señor", incluido el hermano lobo. Por lo visto eso supone para el señor Barbón un ataque al feminismo progresista y la negación del cambio climático como lo entiende la Agenda 2030, cada vez más cuestionada por científicos solventes.

Los insultos y descalificaciones de este año por parte del gobierno del señor presidente Adrián Barbón han superado todos los límites de libertad de expresión. Miembros de su Gobierno se han mofado gravemente de Monseñor, acusándolo de cavernícola que se autoinciensa o que pretende echar a los socialistas de Covadonga. Él, sin embargo, ha ido más lejos, se ha erigido en padre de los creyentes y ha cuestionado que los católicos que no le apoyan en sus críticas al arzobispo son casi herejes y están alejados del sentir de la Iglesia. Incluso ha llegado a afirmar que monseñor fray Jesús Sanz Montes, consiga lo mismo que su adversarios políticos, laicistas radicales, que lo critican por estar presente en los ceremonias religiosas, nosolo el Día Covadonga sino en cualquiera otra festividad.

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