Llanera de ruta

La ruta de los palacios de Llanera tiene un castillo: así es el tramo de San Cucao a Guyame que pasa por la Torre de los Valdés

El trayecto es breve, pero a cada paso tiene algo que ofrecer: la historia de un caballero, los vestigios de la "Capilla del diablo", las praderías con caballos del centro ecuestre o una antigua fuente restaurada

La ruta de los palacios de Llanera tiene un castillo: así es el tramo de San Cucao a Guyame que pasa por la Torre de los Valdés

Paula Tamargo

Una caminata suave, de una media hora, pero repleta de atractivos de principio a fin. El trayecto es breve, de aproximadamente un kilómetro, pero se hace aún más corto porque a cada paso hay algún lugar al que mirar o una historia que conocer. Hacer esta ruta que tiene su inicio en San Cucao es una delicia: tiene un castillo, un centro ecuestre cercano que hace que siempre haya varios caballos en las praderías del entorno, una antigua fuente restaurada con espacio para el descanso y hasta los vestigios de un pequeño templo con leyenda, la llamada "Capilla del diablo".

Para llegar al punto de inicio de la ruta hay que ir a Posada de Llanera y desde ahí coger la carretera a San Cucao hasta dar con la iglesia parroquial de esta última localidad. Se conduce a lo largo de unos tres kilómetros, siempre en línea recta, pasando el colegio y el centro social del pueblo. Después hay dos desvíos a la derecha, muy juntos, el primero hacia Villanueva, y el segundo hacia el templo y el cementerio. El segundo es el correcto. En el exterior de la iglesia hay un aparcamiento en el que se puede estacionar libremente.

Iglesia de San Cucao, con espacio de aparcamiento.

Iglesia de San Cucao, con espacio de aparcamiento. / P. Tamargo

Una vez aparcado el vehículo en el parking de la iglesia de San Cucao, empieza el trayecto a pie. Descendemos hasta salir de nuevo a la carretera y giramos a la derecha. Hay que cruzar para tomar el desvío en dirección a Guyame. No hay pérdida, las señales que lo indican saltan a la vista.

El desvío a Guyame.

El desvío a Guyame. / P. Tamargo

Comenzamos la ruta y una vez recorridos unos doscientos metros se atisba ya el castillo de San Cucao. El lugar se conoce así desde que alberga un conocido salón de celebración de bodas, banquetes y eventos, pero su verdadera denominación es Torre de los Valdés. Fue morada de Diego Menéndez de Valdés, a quien apodaban "El Valiente" y es un edificio originariamente del siglo XIV. Hoy está muy modificado.

El castillo es una propiedad privada y solo puede verse desde el exterior, pero hay en el camino muchos puntos desde el que observarlo con distintas perspectivas sin invadir el espacio que no está abierto al público. La primera oportunidad se presenta pronto, subiendo por un pequeño sendero que hay a la derecha, justo donde un cartel indica el fin de la población de San Cucao.

Sendero que conduce a uno de los puntos con buena visión del castillo.

Sendero que conduce a uno de los puntos con buena visión del castillo. / P. Tamargo

Hacia la mitad de este sendero ya se ve perfectamente el castillo, su parte trasera, en la que es la perspectiva más completa del edificio que puede obtenerse durante el camino. Se pueden tomar buenas fotografías desde este punto y pararse unos minutos apoyados sobre el muro del camino a disfrutar de la panorámica.

La Torre de los Valdés, popularmente conocida como castillo de San Cucao.

La Torre de los Valdés, popularmente conocida como castillo de San Cucao. / P. Tamargo

Regresamos al camino, a la carretera, donde poco después, a la derecha, un gran panel que explica la ruta de los palacios de Llanera cuenta la historia de esta emblemática edificación.

Es en la parte delantera del castillo donde se aprecian los escudos del linaje que ocupó la Torre. Para verlos, hay que acceder al espacio asfaltado exterior del salón de bodas. Aunque la vista de la torre queda algo tapada por la gran puerta que cierra el acceso al establecimiento, sí se pueden ver igualmente los blasones.

Se puede transitar por los jardines exteriores del recinto para descender de nuevo hacia la carretera y seguir en dirección a Guyame. En esta localidad, con varias casas de nueva construcción, se da con otros dos puntos de interés de la ruta: la "Capilla del diablo", a la izquierda, y la Fuente Guyame, a la derecha.

La Capilla del Diablo.

La Capilla del Diablo. / P. Tamargo

El pequeño templo no conserva apenas nada de lo que fue y lo que llama la atención es su curiosa denominación. La capilla fue en su día parte de la casona del siglo XVIII que se sitúa un poco más arriba y tenía en su interior una imagen de San Bartolomé, santo que solía representarse con la figura de un diablo a sus pies. La imagen se quemó durante la Guerra Civil, pero quedó el nombre de la Capilla del Diablo, que así se había empezado a llamar popularmente.

La Fuente Guyame es una de las rehabilitadas por el Ayuntamiento de Llanera, que reparó gran parte de las existentes en el municipio junto a los antiguos lavaderos de las parroquias. El agua no es apta para consumo, como se advierte en este caso, pero el lugar, con una bonita escalinata de madera para descender, tiene mucho encanto y unos bancos de madera para sentarse a descansar antes de iniciar la vuelta, pues este es el fin del camino.

La Fuente Guyame.

La Fuente Guyame. / P. Tamargo

El regreso, desandando el mismo camino hacia San Cucao, ofrece nuevas perspectivas de la Torre de los Valdés, especialmente en los atardeceres de los días de sol cuando se crean contraluces con las siluetas de las almenas. La proximidad del aeoródromo de La Morgal hace que por la zona se vea también de vez en cuando alguna avioneta.

La ruta no solo es frecuentada por senderistas, también por ciclistas, numerosos en este tramo de San Cucao a Guyame y que habitualmente continúan pedaleando hacia puntos como Ables y desde este último lugar hasta Posada.

Dos ciclistas, en Guyame, con la silueta del castillo al fondo.

Dos ciclistas, en Guyame, con la silueta del castillo al fondo. / P. Tamargo

Rutas conectadas

Buena parte de las sendas de Llanera pueden conectar entre sí y hay itinerarios que se han diseñado para que puedan realizarse en varias etapas o de una sola vez, según las preferencias del caminante por los trayectos más cortos o más largos o el grado de dificultad de estos. En el caso del tramo que pasa junto a la Torre de los Valdés hay posibilidades de hacer más larga la ruta comenzándola a pie desde Posada y prolongándola hasta Ables. Desde San Cucao también existe la opción de realizar otros recorridos.

Llegar hasta San Cucao desde Posada de Llanera es posible a pie con total seguridad para el caminante. Para recorrer los aproximadamente tres kilómetros que separan la capital del concejo del punto de inicio de la ruta de la Torre de los Valdés arriba descrita se puede transitar por la senda peatonal habilitada al efecto y que, de hecho, es en sí misma otra de las propuestas senderistas de Llanera. Se llama "Camín de San Cucao", arranca en Posada y está señalizada durante todo el trayecto indicando cada poco al viandante cuánto lleva recorrido.

Si se opta por hacer estos tres kilómetros desde Posada a San Cucao a pie y luego se enlaza con la ruta de la Torre de los Valdés el recorrido sería de unos 4 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta desando el camino.

La ruta de la Torre de los Valdés tiene bastantes ciclistas en este tramo de San Cucao a Guyame y que suelen continuar hacia puntos como Ables, a solo un kilómetro más. Desde Ables es posible regresar a Posada de Llanera, con lo que también podría completarse bien a pie, bien en bicicleta, un trayecto circular Posada-San Cucao-Guyame-Ables-Posada si lo que se desea es hacer una ruta de mayor longitud.

Desde San Cucao hay también la opción de hacer la ruta del Palacio de Villanueva. Si se aparca el coche en la iglesia parroquial de San Cucao hay que salir a la carretera, girar en este caso a la izquierda y caminar brevemente hasta el desvío que indica dirección a Villanueva. El trayecto a pie es en línea recta, de algo más de media hora hasta ver el palacio que sale al paso, de estilo barroco y con dos imponentes torres que son visibles desde distintas parroquias limítrofes.