El refugio palaciego del escribano de Llanera, Siero y Oviedo: así es la casona de los Alonso del Campo

La edificación principal, que hoy alberga la Casa de Cultura de Lugo, se construyó en el siglo XVII y cuenta con capilla y amplios jardines abiertos al público para su disfrute

El refugio palaciego del escribano de Llanera, Siero y Oviedo: así es la casona de los Alonso del Campo

Paula Tamargo

Pedro Alonso del Campo, escribano de número en Llanera, Siero y Oviedo residió en Lugo y allí mandó construir en el siglo XVII una residencia palaciega, con capilla y amplios jardines. Imaginar cómo vivía es posible visitando el lugar, paseando por sus jardines y acercándose hasta su pequeña capilla, rehabilitada y que, como la edificación principal, conserva los escudos de las familias nobles que fueron propietarias.

La historia de la Casa de los Alonso del Campo, hoy sede de la Casa de Cultura de Lugo y espacio abierto también en su exterior al público, la cuenta a la perfección el panel explicativo que hay cerca ya de la entrada de la casona.

"Esta casa fue mandada edificar por Pedro Alonso del Campo y Manuela Ramos Escajadillo y Posada a mediados del siglo XVII. Pedro Alonso del Campo fue escribano de número en Siero, Llanera y Oviedo. La casa fue remodelada en los primeros años del siglo XIX por sus propietarios, pertenecientes a la familia Peón, de Villaviciosa, aunque tanto en sus muros como en los de la capilla permanecen los escudos originales de los linajes Alonso del Campo, Bernaldo de Quirós y Valdés. Los Alonso del Campo ya vivían en Llanera, en lo que hoy es la parroquia de Lugo, a finales de la Edad Media, aunque, con posterioridad, el linaje se extendió por todo el concejo, principalmente por la parroquia de San Cucao", reza la información que se ofrece al visitante.

Vista del conjunto de la casa palaciega y la capilla, al fondo.

Vista del conjunto de la casa palaciega y la capilla, al fondo. / P. T.

La casa y la capilla están rodeadas de naturaleza, con vistas en su parte trasera hacia zonas rurales del entorno, que merecen la pena. Los jardines exteriores son de acceso público y el lugar siempre está abierto. Hay además aparcamiento en el propio recinto, que alberga también una espléndida obra de arte de Benjamín Menéndez, una escultura que convierte el lugar aún más especial.

Este rincón de Lugo de Llanera soprende por ser un remanso de paz a escasos metros del núcleo urbano, de acceso libre, que ofrece naturaleza, historia, arte y espacio para desconectar en un lugar privilegiado y habilitado hoy para el disfrute de todos los ciudadanos.