Cudillero,

V. DÍAZ PEÑAS

El concejo de Cudillero rindió ayer un sincero y emotivo homenaje al pixueto Manuel Alfredo Pérez, fallecido hace un año y que entre otros cargos fue profesor de la Universidad de Oviedo y diputado socialista en la Junta General. El acto, que reunió a numerosos vecinos, familiares y representantes políticos, sirvió para inaugurar una calle en el barrio de La Atalaya, que a partir de ahora llevará su nombre. Todo ello en un día, como apuntó su viuda, Inmaculada d´Ocon, «muy bonito pero también difícil».

El alcalde de Cudillero, Francisco García, recordó que fue el Pleno del Consistorio el que aprobó por unanimidad homenajear a Manuel Alfredo por su extensa y pródiga vida profesional y sus indudables méritos humanos. «Fue un hombre trabajador, sencillo y discreto que ha dejado una honda y profunda huella, que va más allá de su labor, al haber sido un hombre honesto, leal y cercano», puntualizó el regidor. Asimismo señaló que el nombre de la calle servirá para perpetuar el recuerdo de su existencia entre sus vecinos y compañeros, y que es además una muestra del cariño que aún se le sigue profesando.

En el acto también estuvo presente la presidenta de la Junta, María Jesús Álvarez, quien agradeció al Consistorio haber llevado a cabo esta iniciativa en la villa en la que nació, vivió y a la que siempre estuvo muy unido el diputado. «Manuel Alfredo era pixueto de nacimiento y de corazón y llevaba en los genes la grandeza y la sobriedad de los hombres y mujeres de la mar», destacó Álvarez. La socialista también manifestó que el diputado «dignificó la acción política, ya que trabajó con amplitud de ideas y desinterés». Y matizó: «Este acto refleja lo mucho que le queremos y lo mucho que significa para todos nosotros».

Muchos fueron los que quisieron adherirse al acto y que no pudieron asistir, como el presidente del Principado o diputados populares. Al final los aplausos inundaron la calle que para siempre será la de Manuel Alfredo.