El informe de visitas del castro Chao Samartín durante el primer verano que luce consolidación: solo uno de cada diez visitantes es peregrino

El yacimiento arqueológico grandalés recibió a 1.130 personas de junio a septiembre, la mayoría de turistas "que destacan el valor del recorrido guiado, no libre"

El castro Chao Samartín después de su consolidación. | Miki López

El castro Chao Samartín después de su consolidación. | Miki López / Ana M. Serrano

El castro chao Samartín de Grandas de Salime, de la Edad del Bronce, atraviesa un momento dulce si se tiene en cuenta el interés que despierta, aunque solo uno de cada diez visitantes es peregrino en una zona con gran afluencia de caminantes. Eso sí, el público del pasado verano ha superado las previsiones del Ayuntamiento de Grandas de Salime, responsable de su gestión. En cuatro meses –de junio a septiembre– pasaron por el yacimiento 1.130 personas, un número importante para un concejo del interior de Asturias con comunicaciones por carretera deficientes.

De este grueso de visitas, según los datos del Ayuntamiento, un 15% conocían el castro por haberlo visitado con anterioridad y apenas un 10% eran peregrinos. El porcentaje de estudiosos de los castros, arqueólogos o especialistas en la materia "también es pequeño" y el grueso se concentra en el perfil "del turista que está en la zona y elige visitar el Chao"

Este verano fue el primero del castro tras su consolidación, una actuación tan esperada como polémica. La guía de yacimiento, Susana García, asegura que la mayor parte de los visitantes "agradecen lo que ven". "Lo que me trasladan es que entienden de lo que les hablo", apunta y señala que muchos de ellos visitan antes yacimientos como el de Coaña, "pero de aquí, al ofrecer una visita guiada y con explicaciones, se van más satisfechos".

Por orden de procedencia, quienes más visitaron el castro de junio a septiembre fueron los asturianos de otros puntos de la región, seguidos de madrileños, gallegos, catalanes, valencianos, castellanoleoneses, extremeños, castellanomanchegos, andaluces y vascos. Más anecdótica fue la presencia de murcianos, canarios, cántabros, aragoneses, riojanos y navarros.

En cuanto a las personas extranjeras, fueron 108 del total. Destacó la presencia de estadounidenses y franceses, aunque también visitaron el Chao Samartín grupos reducidos de italianos, alemanes, argentinos, ingleses y portugueses. Testimonial fue la presencia de belgas y mejicanos. Solo visitó el yacimiento una persona de Holanda, Rusia, Venezuela y China.

La guía oficial señala que en los meses de julio, agosto y septiembre se realizaba una visita guiada por la mañana (a las 13:00 horas) y dos por la tarde (17:00 y 18:00 horas). En este castro no hay opción de visita libre, como ocurre en los restantes de la comarca. En las salidas con guía "siempre se busca la finalidad de despertar el interés del visitante, con un aprendizaje más profundo y sensorial del yacimiento, es una forma de viajar y conocer la historia", detalla García. "La semana pasada, un visitante me dijo: ‘Gracias a las palabras podemos saber dónde estamos, verlo. Cosa que unas imágenes, mudas, sin el discurso de las palabras es como una maqueta, nunca puede. Esto es el viaje en el tiempo, atrás, real’", añade como anécdota la guía, quien trabaja en las instalaciones desde 2016. Tras dos años cerrado, el castro, el más emblemáticos de la costa cantábrica, reabrió sus puertas en 2022.

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