Opinión

La gesta de la compra

La subida de los precios de los alimentos

Los precios que nos cobran por realizar una cesta de la compra con productos saludables crecen a mayor ritmo de lo que van indicando las estadísticas, que naturalmente siempre van detrás. Según datos oficiales, la mayor parte de los alimentos que compondrían esta cesta han crecido un 14,5% en un año, es decir, cerca de un 50% por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC) general. Lo que nos lleva a calificar como una heroicidad ir al mercado, a la plaza, cada día. Una gesta.

Hoy parece más factible que un político se viese en un apuro cuando le preguntasen cuánto cuesta un café, los garbanzos o el pan. Muchos productos suben cada día y los consumidores no sabemos por qué o, al menos, no alcanzamos a ver la razón de ese incremento. La disculpa suele ser la guerra de Ucrania pero si alguna vez fue cierta ya ha dejado de serlo porque no todos los productos se ven afectados por el mismo problema.

Una de las comidas más socorridas en tiempos de crisis suelen ser las croquetas caseras, elaboradas con paciencia y con artículos de primera necesidad, harina, leche, huevo, aceite, sal y pan rallado así como algún resto de comida ya consumida. Según datos recogidos por organizaciones de consumidores, en el último año las harinas han subido un 39%, siendo uno de los productos más afectados por la crisis ya que en su mayoría procedía de la zona de guerra, de campos amenazados u ocupados por el ejército invasor ruso.

La leche y los huevos, señalan los datos de los consumidores, han subido un 25%, lo que pueden ser artículos afectados por la guerra pero en mucha menor medida que la harina y más influidos por cuestiones paralelas a su producción. No proceden de los campos de la crisis, son de proximidad y más fácilmente producidos en nuestros campos. El aceite, el pan rallado, la sal han subido de precio "por contagio" pues si les afecta el conflicto bélico es bastante marginal. Por ejemplo, el aceite de oliva puede escasear por falta de sol, de agua, en su cultivo pero no por causas derivadas de la guerra. Y de los sobrantes de otra comida anterior se supone que no produce incremento económico, no merece la pena mencionarlo.

Falta calentar el aceite para freír las croquetas elaboradas en casa que, salvo que nos adjudiquemos una subida de nuestro propio esfuerzo elaborador, deberá sumarse según el precio del combustible que utilicemos para calentar. Cálculos realizados por algunas fuentes cuantifican un alza media de los precios de los artículos mencionados en un porcentaje cercano al 15% cuando el IPC alcanzó un máximo del 10,5% interanual. Destaca en estos aumentos el gran incremento de los aceites, que en los últimos 24 meses creció más de un 132%.

Otro de los recursos muy utilizados en tiempos de crisis son las albóndigas, elaboradas con carnes de distinta procedencia animal. Si el vacuno alcanzó una subida del 18%, el pollo lo hizo en un 22%, vamos muy por encima de la media de productos frescos. Las verduras, legumbres y hortalizas de temporada subieron un 18%, el pan y los quesos un 16% pero las pastas han superado el 32%.

Al referirnos al pescado, tanto fresco como congelado, hablaremos de las disminución de ventas. Aquí veremos que el salmón, uno de los productos del mar más consumidos, se ha vendido en las últimas semanas alrededor del 20% menos, al igual que el bonito o el atún, en plena costera, claro que el lenguado ha bajado su venta casi un 60%. El rape o pixín bajó su venta casi un 18% y la sardina o el bocarte o boquerón más de un 13%. La merluza, quizá el pescado más consumido, bajó un 11%. Los mariscos una media del 15% y solamente el bacalao no bajó su venta ni aumentó su precio notablemente.

Así, las compras de productos de línea blanca, señalan los datos ofrecidos por diferentes fuentes, aumentaron aproximadamente un 30%, lo que redujo las ventas de las marcas. Los augurios atisban una caída en la restauración con la llegada del frío. Comeremos más en casa o, al menos, comida casera. Lo cual lleva a calificar la compra diaria en una gesta.

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