Opinión | L’aprecederu

Dos fracasos y un episodio dialéctico

La evidencia de un fracaso, de un desastre, si lo prefieren: de 115 plazas de cargos directivos de los centros de enseñanza solo se cubren 43. Con el aireado proyecto de Les Escuelines, lo mismo: únicamente 2 de 18.

La razón: los enseñantes están quemados. De nada valen incentivos económicos o descuentos lectivos: los docentes están fartucos de aguantar inspectores, padres, alumnos, quejas, papeles, guardias, reuniones inútiles, etc. Algunos cubren esos puestos por razones varias, pero la mayoría huyen. Y si ustedes pasan por delante de un centro de enseñanza verán cómo ante él se apelotonan los que están próximos a jubilarse anticipadamente, para salir corriendo.

¿Alguien moverá un solo dedo para modificar esto? Nadie. Si acaso se tomarán nuevas disposiciones para seguir degradando la enseñanza.

Otra evidencia: el episodio de la pieza de futbolín del Ayuntamiento de Peñamellera, para cuya reposición, pagándola un particular, tuvieron que intervenir cuatro personas, elaborarse tres informes y firmarse dos autorizaciones. No es una anécdota chusca: es así como funciona la Administración. Que se lo digan. La locura anticorrupción ha creado un entramado de locos. Consecuencia: múltiples problemas para contrataciones, tardanza en resolver cualquier expediente, aumento de los costos por las dilaciones, incremento de los empleados porque se hincha la burocracia, etc. A costa de nuestros bolsillos y del empleo. ¿Alguien moverá algo? Apuesten.

Es obligado hablar del reciente episodio dialéctico de corte marxista. Hagámoslo.

Tesis: un miembro del Gobierno emite una babayada con destino a Argentina. Antítesis: el presidente del Gobierno de Argentina eructa varies babayadones en su visita a España, una referida a la cónyuge del Presidente. Síntesis: el Presidente, para quien, como el fraile del refrán, todo es bueno para el convento, ve una oportunidad de negocio (vulgo, "voto") y lo convierte en cuestión de Estado.

¿Y aquello de "Baxaren cuantro alleranos" que concluía "que tan vaina yes tú como yo…"?

N. B. "Marxista": de los hermanos Marx.

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