El Principado respalda el proyecto de Aseamo para promocionar el buey casín

Agroganadería lamenta que el lobo acabe con las razas autóctonas y reclama que Madrid rectifique

De pie, por la izquierda, Nino Rodríguez, Sergio Marqués, José Antonio Rodríguez y Sergio Cimadevilla. Agachados, desde la izquierda, Sergio Bala y Armando Gutiérrez, ayer, junto a algunos bueyes. | Eva San Román

De pie, por la izquierda, Nino Rodríguez, Sergio Marqués, José Antonio Rodríguez y Sergio Cimadevilla. Agachados, desde la izquierda, Sergio Bala y Armando Gutiérrez, ayer, junto a algunos bueyes. | Eva San Román / Eva SAN ROMÁN

La calidad de la carne del buey casín auténtico “es la mejor del mundo”. Lo dice, apoyándose en los buenos resultados de concursos mundiales, el director de Agroganadería del Principado, Nino Rodríguez, pero también el responsable de compras cárnicas de Alimerka, Sergio Marqués, cuya cadena de tiendas ya ha adquirido un total de seis bueyes de esta raza dada la respuesta muy positiva de los consumidores.

“Creo que es difícil encontrar una calidad de buey mejor que esta en el mundo, castrados desde pequeños, criados a pasto hasta su última etapa”, señaló Marqués durante una visita a las instalaciones que tiene en Cereceda (Piloña) la asociación de criadores de la raza asturiana de la montaña (Aseamo), donde cerró la compra de dos nuevos animales.

“La raza casina tiene futuro en producciones dirigidas, no puede competir en producción masiva con la Asturiana de los Valles, por ejemplo, así que lo que hay que buscar es su encaje en carnes de muy alta calidad”, explicó Marqués. El futuro de la carne casina “pasa por lo que quiera el cliente, pero nuestra idea es seguir ofreciéndoselo y poner en las tiendas más cada año” para lo que se necesitará la colaboración de los ganaderos.

Y la habrá porque para eso nació, hace cinco años, el ensayo en la raza casina de criar bueyes de pura raza con el objetivo de saber qué posibilidades y por dónde debían darse los pasos necesarios para obtener los buenos resultados que, a la vista está, han cosechado los bueyes. Según recordó Ángel Rodríguez, secretario ejecutivo del colectivo, “queríamos comprobar cómo se comportaba la raza casina para convertirla en buey e iniciamos el proyecto con nueve terneros propiedad de Aseamo y otros varios en manos de ganaderos”. En enero de 2020 entraron en las últimas fases del proceso antes de salir al mercado. En una subasta pública se sacaron los primeros y se pagaron 7.100 por cada uno. El futuro, pues, es un hecho. “La carne fue muy valorada por los consumidores”, explican los responsables de la iniciativa.

No obstante, ayer no dejó de estar presente la enorme preocupación por los daños del lobo que existe en el sector e incluso por parte del Principado. “El lobo es una especie en clara expansión y protegerlo será perjudicial para la raza casina o la cabra bermeya”, denunció el director de Agroganadería asturiano. “Quedan ahora mismo 3.000 cabras bermeyas y no pueden conservarse si no es en la montaña, no se adapta a las vegas como la oveja xalda”, indicó Nino Rodríguez.

Para evitar el fin de ese tipo de ganado en concreto y el enorme perjucio al sector en general, “seguiremos defendiendo esta postura que nos está costando hacer llegar a Madrid”, lamentó el director, que no pierde la esperanza en que, al final, “el sentido común llegue y se proteja al lobo allá donde deba protegerse, no aquí”.