Entrevista | Luis Germán Avilés Coronel de la Guardia Civil trasladado a Zaragoza tras nueve años en Oviedo

"Me quedo con el carácter noble, franco, abierto y reivindicativo de los asturianos"

"Como hito de mis años en Oviedo destacaría las operaciones por delitos contra la salud pública, tengo fijación por lo que daña a la juventud"

Luis Germán Avilés, en su despacho del Rubín

Luis Germán Avilés, en su despacho del Rubín / Irma Collín

Rodeado entre cajas, en plena mudanza, el coronel Luis Germán Avilés (Cáceres, 1969) ultima los preparativos para dejar atrás nueve años de servicio en Oviedo y emprender una nueva etapa al frente de la Guardia Civil de Zaragoza. Con una mezcla de "penilla, como decimos en mi tierra" e ilusión por afrontar los nuevos retos que se le presentan en la capital aragonesa, donde hará funciones similares a las que desarrolló como jefe de la Comandancia de Oviedo hasta la reciente fusión de esta con la de Gijón, y como jefe de la sección de Operaciones de la zona durante los últimos meses.

–¿Duele despedirse de Asturias tras casi una década de servicio en el Principado?

–Duele bastante. Aunque con éste llevo ya ocho traslados profesionales, éste quizás sea el que más me cuesta. No sé si la edad también influye. Es mi etapa profesional más larga de las que he pasado. Me he encontrado muy bien, no exento de problemática, pero en mi trabajo es lo que hay. Me he encontrado con un gran equipo dentro y fuera de la institución.

–¿Qué balance hace de estos años al frente de la Comandancia de Oviedo?

–El balance es positivo. No puede ser de otra manera. He crecido profesional y personalmente afrontando nuevos retos, conociendo más en profundidad instituciones y gentes de Asturias. Hemos avanzado en el proceso de unificación de las comandancias. Lógicamente debemos seguir así. La institución lleva muchos años y se adapta a los cambios.

–¿Se cumplieron las expectativas con las que llegó a Asturias en 2014?

–Sí, se han cumplido, y no solo las que a priori me planteaba, sino ante las nuevas situaciones desconocidas que fueron surgiendo y me hicieron crecer profesionalmente.

–¿Cuáles han sido esas situaciones?

–De todo tipo. Desde el punto de vista de servicio, situaciones complicadas en las que hubo que tomar decisiones sensibles sobre derechos y libertades de los ciudadanos. El trabajo de todas las instituciones implicadas consiguió sacarlas adelante.

–¿Con qué recuerdos se queda de este paso por la tierrina?

–Recuerdos muchos. Desde el punto de vista de la unidad, la comandancia de Oviedo ha acabado su vida con mi último mandato. La unidad me deja grandes recuerdos con el personal, que ha estado ayudándome y colaborando con mis decisiones. Me quedo con el carácter y las personas de Asturias. Los asturianos tienen un carácter cercano, franco, noble, abierto y reivindicativo también. Igualmente, me quedo con todo el entorno. Asturias es su mar, gastronomía, patrimonio… es una maravilla. Los asturianos tienen suerte de tener esta tierra.

–¿Cuál ha sido para usted el hito más importante conseguido por la Comandancia estos años?

–El principal hito es la constancia y el compromiso. El poder dar respuesta a las situaciones en todo este periodo de tiempo. Ha habido periodos de crisis, paros, huelgas, conflictividad laboral, oleadas de incendios y distintas situaciones que se salían de lo habitual, pero destacaría la constancia de estar todos los días de una manera más o menos callada dando respuesta a todo.

–¿Algún momento o episodio que le gustaría olvidar?

–No borro nada, sea bueno o malo. De lo bueno uno se congratula y de lo malo aprende. No borraría nada. Todo han sido enseñanzas.

–¿Qué caso u operación le ha marcado más durante su periodo en la capital asturiana?

–Ha habido varias. Personalmente tengo especial fijación en los delitos contra la salud pública. A lo largo de este periodo se ha hecho alguna operación relevante para lo que es Asturias. Es lo que me satisface. En general, todo lo que causa un daño especial a la juventud es lo que me genera más fijación.

–¿Alguna operación en concreto?

–La "Operación Matta" (operativo que consiguió detener a 17 personas entre Asturias y Galicia en 2017 vinculadas a una red del narcotraficante Laureano Oubiña) es un ejemplo, aunque podríamos tirar de hemeroteca, pero es la primera de gran calado que tuve que abordar desde la Comandancia de Oviedo.

–¿Alguna espina clavada?

–Siempre hay que tener expectativas, pero se cierra una etapa de manera razonablemente bien. Me voy en un proceso de reorganización que me hubiese gustado culminar, pero mis expectativas están ya en mi nuevo destino.

–¿Cómo afronta su nueva etapa en la capital aragonesa?

–La función va a ser muy similar a la que he desempeñado aquí, pero en un nuevo territorio. Después de un ascenso se va con ilusión, con una experiencia adquirida y esperando afrontar nuevos retos. Tengo ganas de hacer un buen servicio.

–Este mismo año fue pregonero de la Semana Santa ovetense, ¿cree que ha dejado huella en Oviedo?

–Eso quizás sea mucho decir. Soy un asturiano del sur, extremeño, como siempre digo. Lo que tengo claro es que mucha gente ha dejado huella en mí. Muchas relaciones institucionales y de otro tipo han ido evolucionado estos años hacia una amistad. Infiero que a esas personas que me han dejado huella yo también se la habré podido dejar. No obstante, nadie es imprescindible y vendrá un sustituto que lo hará mejor que yo.

–¿Qué futuro le augura a la Guardia Civil en Asturias tras la fusión de las comandancias?

–Soy optimista en ese sentido. La Guardia Civil ya lleva desde 1844 funcionando de manera continuada y siempre ha sabido adaptarse a las situaciones. Ahora toca completar una unificación de comandancias a imagen y semejanza de la realizada en otras regiones uniprovinciales. No es nada nuevo para el cuerpo y resultará positivo.

–¿Cree que los asturianos reconocen lo suficiente la labor del cuerpo?

–Yo creo que se reconoce. Tampoco estamos prestando un servicio para recibir reconocimiento, pero siempre es grato que se te reconozca tu labor. La Guardia Civil en Asturias hemos recibido gestos de cariño y gratitud de muchos colectivos. Estamos bien reconocidos y lo que tenemos que hacer es mantener esa confianza, cercanía y cariño.

–¿Seguiremos viéndole por Asturias, aunque solo sea de visita?

–No le quepa la menor duda. No hay vuelta atrás, una vez que vienes a Asturias tarde o temprano tienes que volver. Siempre hay que volver a Asturias.

Suscríbete para seguir leyendo