Opinión | Crítica / danza

Esencias del baile español

"Querencia" es una propuesta concebida de forma elegante y estilizada por Antonio Najarro

Ficha del espectáculo

  • «Querencia»
  • Coreografía: Antonio Najarro. 
  • Composición: Moisés Sánchez. 
  • Teatro Campoamor, el domingo, a las 19.00 horas.

En un Campoamor rebosante, el Festival de Danza Oviedo 2024 presentó "Querencia" un espectáculo que Antonio Najarro ha dirigido y coreografiado para su compañía, en el que destaca la riqueza del patrimonio dancístico español. El director no intenta buscar el "quejío" ni el duende, sino simplemente recuperar y ensalzar la inspiración del lenguaje de los grandes ballets coreográficos que en su día hicieron figuras como Antonio Ruíz Soler o Mariemma, entre otros.

Es una propuesta concebida de forma elegante y muy estilizada que recoge las esencias del baile español.

Con su personal concepto, el coreógrafo utiliza la estética y técnica de hoy, buscando una evolución natural, pero bebiendo de las fuentes de la tradición, para rendirle tributo a la Escuela Bolera, a la Danza Estilizada, a el Flamenco y a la Danza Tradicional.

El escenario está totalmente vacío, si bien, hay dos elementos que son parte esencial de la representación ya que aportan sugestivos efectos escénicos. Uno es el diseño de luces de Pau Fullana. Y el otro, el vestuario de Yaiza Pinillos, en el que predomina el negro, armonizado con una sutil gama de colores que produce un atractivo efecto cromático. Todo esto se complementa con unos accesorios que son imagen de España por pertenecer a nuestro legado e idiosincrasia cultural, como son el mantón de Manila, el sombrero cordobés, la capa española, la mantilla o las castañuelas. La música, con ritmos clásicos y populares, fue compuesta especialmente para esta producción por Moisés Sánchez.

Son once cuadros en el que el folclore autóctono, el flamenco y la danza académica, cada una con su fraseo, sus ataques y acentos, se van encadenando en escena hasta encontrarse en un mismo tronco, todo marcado con gran efusividad.

Se debe destacar sobre todo la labor del conjunto y su admirable cohesión que con un bien escogido plantel de artistas derrocha energía, actuando con devoción y placer. Resaltar el dúo formado por Daniel Ramos y Celia Ñacle en el pasaje de la Escuela Bolera, hoy casi convertida en rareza, en el que Ramos con la gracia y agilidad que exige este exquisito estilo, se exhibe con sus piruetas y pequeña batería. Así como citar a Carlos Romero en su solo que evoca a la "farruca del molinero". El propósito de la obra de Antonio Najarro es de mostrar más que sentir, ya que evidencia una marcada plasticidad e impacto visual.

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