El conductor que arrolló a una baldeadora en Oviedo niega que fuese durante una carrera ilegal

El acusado, que se enfrenta a 18 meses de cárcel por herir de gravedad al trabajador que manejaba la máquina, afirma que fue culpa del operario

El conductor que se enfrenta a 18 meses de cárcel como acusado de haber provocado un accidente en el que resultó herido de gravedad un trabajador de la contrata municipal de limpieza niega que aquella noche estuviese participando en una carrera ilegal –como sostiene la Fiscalía– y defiende que el siniestro se produjo a consecuencia de una maniobra imprudente realizada por el operario que manejaba la baldeadora que se llevó por delante en mayo de 2021 en el polígono del Espíritu Santo. El procesado, que también se enfrenta a cuatro años de retirada de carné, solicitó ayer la libre absolución durante la vista oral que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo. La fiscalía se mantuvo firme y sigue reclamando las mismas penas para el conductor en un procedimiento que quedó visto para sentencia.

El abogado que representa al acusado, Carlos Hernández Fierro, alegó ayer que el atestado policial que llevó a su cliente a los juzgados "se elaboró con datos subjetivos y en base a un vídeo que no es legal". Según Hernández Fierro, la grabación, publicada en su momento en exclusiva en la web de LA NUEVA ESPAÑA y aún disponible en la página del periódico, no sirve para condenar a su cliente. "Nosotros no tuvimos acceso a esas imágenes originales. No podemos saber si fueron manipuladas y además tampoco demuestran que hubiese conducción temeraria porque no la hubo", dice el letrado.

Carlos Hernández Fierro sostiene además que lo único que prueba el vídeo es que el conductor de la máquina baldeadora "estaba aparcado en un paso de cebra y se planto en mitad de la carretera de forma imprudente" cuando pasaba su cliente. "El trabajador llegó a reconocer que ni siquiera había puesto el rotativo obligatorio para circular y que no llevaba cinturón de seguridad. Además, su empresa renunció en su momento a la vía penal y civil y a los 23.000 euros de la reparación del vehículo. Está muy claro que mi cliente tiene que ser absuelto", señala.

La Fiscalía, por el contrario, sigue defendiendo que el conductor acusado es culpable. El ministerio público sostiene que aquel 31 de mayo de 2021, sobre las once de la noche, el hombre circulaba a más del doble de la velocidad permitida por la calle Dinamarca del polígono del Espíritu Santo. El escrito del fiscal señala que iba a 82 kilómetros por hora y en un coche propiedad de otra persona por una zona en la que el límite está fijado en 40 kilómetros por hora. Dice además que el vehículo que conducía el procesado circulaba en paralelo con otro coche que no pudo ser identificado –supuestamente su rival en la carrera– "con total desprecio a las mínimas condiciones de seguridad".

A raíz de eso, según el fiscal, el coche del acusado colisionó contra el lateral izquierdo de la máquina de baldeo y el pequeño vehículo saltó por los aires antes de acabar volcado en mitad de la calzada. El trabajador de la contrata salió despedido por una de las ventanillas a raíz del golpe. Además, como consecuencia del impacto, el vehículo conducido por el acusado se desplazó lateralmente y acabó golpeando a otro coche que estaba estacionado en la calle y que, para colmo, resultó ser del trabajador herido de gravedad. El operario se pasó diez días en el hospital con varias lesiones, "entre otras, traumatismo cráneo encefálico y numerosas fracturas". Tardó en curar 214 días y le quedaron secuelas secuelas.

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