No lo dudes y ve al turrón

En la pintoresca ciudad de Oviedo, las puertas de la emblemática tienda Diego Verdú se abren a un mundo de tradición y exquisitez que abraza más de un siglo de historia. Fundada en 1878 por el joven visionario Diego Verdú Monerris, esta casa de turrones y dulces navideños ha mantenido su compromiso con la calidad artesanal, ofreciendo a generaciones de clientes una experiencia única que trasciende el paso del tiempo.

Un paseo por la variedad tradicional y la innovación moderna

Las instalaciones de Diego Verdú son el epicentro donde nacen las distintas variedades del turrón clásico, cuya elaboración es una mezcla de destreza artesanal y dedicación. Pero la magia no se detiene ahí. Además, la casa da vida a los tradicionales mazapanes, confeccionados a mano uno a uno, siguiendo la misma receta que ha sido el alma de la casa desde hace más de 100 años.

Las almendras rellenas, verdaderas joyas gastronómicas, ocupan un lugar especial en la amplia gama de productos de Diego Verdú. Además, los panettone son una de sus joyas más modernas, elaborados con chocolate o frutas de todo tipo.

Los "turronitos", creación más reciente de la empresa, se han convertido en un clásico navideño en ascenso, ganando adeptos año tras año. Esta combinación de tradición y novedad define la esencia de Diego Verdú, donde la demanda creciente es un testimonio del aprecio que los clientes tienen por la calidad y el sabor distintivo de sus productos.

Desde 1878 hasta hoy: una historia de emprendimiento y perseverancia

El capítulo inaugural de la historia de Diego Verdú se escribió en 1878, cuando el joven Diego Verdú Monerris, a sus 17 años, dejó su pueblo natal en Jijona (Alicante) con un sueño: llevar sus turrones y dulces artesanales a Asturias y más allá. El primer punto de venta en la calle Fruela esquina con la calle Pozos de Oviedo marcó el comienzo de una travesía que ha resistido el paso del tiempo.

En aquellos años, los medios de transporte eran escasos, y Diego se encontraba cruzando el país en diligencia mientras sus productos viajaban por barco bordeando la península. A pesar de los desafíos logísticos, la calidad de los productos Verdú y la dedicación del fundador ganaron el corazón de la ciudad. El negocio funcionaba de manera estacional, desde septiembre hasta enero, y tras las festividades, regresaba a Jijona. Aunque los medios de transporte han evolucionado, la esencia del esfuerzo y la dedicación continúa siendo el motor que impulsa a Diego Verdú.

La estrella de los turrones: almendra marcona calidad suprema

Entre los turrones artesanos que salen de las manos expertas en la empresa, los más aclamados por los consumidores son el turrón de Jijona y el turrón de Alicante. Estos manjares son elaborados con almendra marcona, considerada la mejor calidad del mercado, miel de romero y azúcar. La elección cuidadosa de ingredientes de alta calidad es la clave del éxito de estos productos que han resistido la prueba del tiempo.

En los años 30, Diego Verdú dio un paso más, abriendo las puertas de la empresa durante todo el año en la ciudad y expandiendo sus horizontes al mundo de los helados, incluyendo la famosa nata montada. La visión de Diego Verdú se convirtió en un legado que ha sido cuidadosamente transmitido a través de las generaciones. Los descendientes de Diego Verdú Monerris han continuado año tras año con el negocio, siendo la quinta generación de artesanos la que actualmente lleva la antorcha de la tradición. Las últimas generaciones de artesanos, lideradas por Vicente, Remedios y Jesús (hijo de esta última), son las piedras angulares de un negocio cuya tradición se mantiene hoy más viva que nunca.

Navidad en Oviedo: Diego Verdú en el mercadillo navideño

Este año, Diego Verdú no solo estará presente en las tiendas habituales, sino que también participará en el mercadillo navideño organizado por el ayuntamiento de Oviedo. Una oportunidad única para que los amantes de la tradición disfruten de los sabores únicos que solo Diego Verdú puede ofrecer en esta temporada festiva. En el bullicio festivo del mercadillo, los productos de la casa se destacarán, llevando consigo no solo el sabor de la Navidad, sino también la historia y la dedicación de una familia que ha convertido la elaboración de turrones en un arte. Así, Diego Verdú continúa siendo el faro que ilumina las celebraciones navideñas en Oviedo y más allá.