Los tenderos del Fontán apoyan la reforma del mercado, pero les preocupan las obras

En los puestos temen que no haya alternativa para trabajar durante los arreglos, aunque coinciden en la necesidad de mejorar la infraestructura

Por la izquierda, Carlos Mier, Nuria Valle, Susana Rico y Juan Carlos Lavado.

Por la izquierda, Carlos Mier, Nuria Valle, Susana Rico y Juan Carlos Lavado. / LNE

Satisfacción, aunque con cierto grado de cautela. Es lo que se percibe al darse una vuelta por los puestos del mercado del Fontán, donde ya ha corrido la noticia, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, del nuevo proyecto de reforma de la estructura de la plaza de abastos. La reforma y modernización de todos los puestos comerciales que el Ayuntamiento pretende acometer a lo largo de este año suena bien entre los comerciantes, que coinciden en que puede ser un revulsivo para atraer más clientes. No obstante, también esperan que las obras le den el lavado de cara que requiere a una infraestructura que acumula décadas intacta.

"Bien, bien. ¡Cómo me va a parecer mal!", contesta Carlos Mier al ser preguntado por la reforma. Este carnicero considera que los trabajos son necesarios, aunque, como a muchos de sus colegas, le preocupan las obras. Nacho Cuesta, concejal de Infraestructuras y Planeamiento, aseguró que el mercado no cerrará sus puertas durante las reformas, que se ejecutarán por fases. "A ver cómo se hacen, trabajamos con alimentación y se antoja difícil hacerlo al lado de unas obras", explica el tendero. La idea del Ayuntamiento es que los comerciantes que ocupan la parte central del mercado sigan instalados en el interior mientras son renovados los puestos del perímetro y viceversa.

Mientras se desarrolla la renovación de los espacios, algunos puestos se irán al exterior del mercado protegidos por una carpa, algo que choca con una idea extendida entre los tenderos: "Aquí no se quiere mover nadie". No obstante, hay algunos que se muestran más flexibles, como el zapatero Juan Carlos Lavado. "Si la obra es para bien, bienvenida sea. Quien algo quiere tiene que arriesgarse y una nueva imagen traerá más gente al mercado", expone. Lavado ve clave la reforma para poder cumplir su objetivo vital: jubilarse en El Fontán. Por su parte, Susana Rico se muestra más escéptica desde su pescadería: "El último proyecto que nos presentaron hace dos años tenía lagunas. Ahora, esperamos algo mejor".

Los nuevos puestos contarán con paneles fenólicos o krion, un material similar a la piedra natural. Aunque cambiará su estética, no se modificará su número ni su localización. La frutera Nuria Valle señala que la idea "tiene buena pinta", aunque quiere esperar a ver cómo evolucionan los trabajos para dar una opinión más formada. Dice que El Fontán "necesita muchos arreglos" y alude sobre todo al tejado. La actuación incluirá una renovación del sistema de cubierta y la colocación de una "doble capa de vidrio" en las paredes para garantizar la eficiencia energética del edificio.

El proyecto planea la construcción de una segunda planta que albergará tres restaurantes y un espacio polivalente para actividades culturales. Desde los puestos lo ven interesante "para revitalizar el espacio", al que a todos les gusta ver lleno. Aunque consideran que su nicho de clientes es distinto al que acudiría a estos establecimientos. "El que viene a comer a un restaurante no suele marchar de aquí con una pata de cordero", exponen. La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Antiguo, Sandra Sutil, también está satisfecha con la idea. "Por las tardes apenas hay gente en El Fontán y si la reforma se hace bien le daría un impulso importante", destaca. Y añade que "todo aquello que dé valor al casco histórico de la ciudad se tiene que recibir de buena manera".

Por su parte, la gerente del mercado, Carmen Quirós, prefiere no hacer valoraciones hasta que se reúna con el Ayuntamiento para hablar del proyecto. "Pronto nos van a enseñar un vídeo de la maqueta final, pero nos interesan especialmente las fases de ejecución y los plazos", confirma.

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