El Cautivo, segundo año de estreno, pero sin pasar por la Catedral

El paso, que sale de San Juan a las 19.30 del Jueves Santo, revalida trono "ligero" y mueve el itinerario

La hermana mayor de la cofradía, Cristina Alonso, en la basílica de San Juan el Real, entre el Cautivo y la Merced.

La hermana mayor de la cofradía, Cristina Alonso, en la basílica de San Juan el Real, entre el Cautivo y la Merced. / Miki López

No hay dos, sin tres; ni hay dos, sin uno. La Hermandad del Santo Cautivo de Oviedo cumple, de momento, con la segunda premisa y estrena en su actividad de Semana Santa cambios relevantes por segundo año consecutivo. La gran novedad de la Pascua de 2024 de esta hermandad es un cambio de itinerario en su procesión, que no pasará por la plaza de la Catedral. El giro de regreso del Cautivo hacia San Juan el Real, de donde saldrá el Jueves Santo a las 19.30 horas, será, tras su parada ante la Audiencia , en Porlier, por las aledañas Schultz, San Juan y Luna. En 2023 la novedad fue un trono "ligero". Sus 700 kilos de peso se sometieron a una "liposucción", que cambió la madera maciza por el aluminio revestido con la que se quedó en una versión de 400 kilos, casi la mitad. Este trono "light" se revalida este año y se verá si ratifica su utilidad para permitir la salida del Cautivo de San Juan el Real, como hizo en 2023 después de más de cinco décadas.

"El recorrido será el mismo, pero no del todo porque volveremos por donde siempre se hizo, por la calle Schultz", dice la hermana mayor de la cofradía, Cristina Alonso, desde detrás de su mesa en la sede del Cautivo. Lo dice con satisfacción. Con la misma al recordar el peso que se quitaron de encima al mandar cambiar el anterior trono del Cautivo a iniciativa de Francisco Alperi, su predecesor en el cargo. "Se notó la diferencia, te lo digo yo, que soy portadora", ríe, y bromea con que cuando llevas un tiempo debajo del trono da igual que te hayan quitado peso que no: "sigue costando".

La experiencia de salir de San Juan es de una sola vez. Anteriormente, lo hacían desde la plaza de Longoria Carbajal y subían por la calle Covadonga, hasta llegar al templo: empezaban a "cargar" antes de empezar, como Alonso dice. Ahora pueden hacerlo desde el punto cero real y sacar la imagen del Cautivo por el umbral de la basílica. Eso sí, no es fácil. Hay que sortear las escaleras y las barandillas. Un proceso en el que los portadores tienen que seguir las indicaciones de un capataz. De otra forma sería imposible, tanto por factores de orientación como por lo angosta que es la salida. "Hay que ir pasito a pasito, muy pequeños, porque entra justísimo". Se tarda en hacer. El año pasado fueron unos 10 minutos, aunque la hermana mayor no sabría concretar con precisión. "Debajo del trono pierdes la noción del tiempo".

Los que no serán conscientes del transcurrir de las agujas del reloj serán 32 cautivos. A ellos se unirán otros cinco, procedentes de la Cofradía del Cristo del Perdón, de León y todos ellos mujeres. Es raro que venga algún varón como portador, aunque sí habrá más comitiva leonesa ejerciendo otras funciones. Lo que aún está en el aire es la colaboración de la Cofradía de la Esperanza de Avilés, que aportarían otros tantos efectivos como los de la provincia vecina para cargar al Cautivo. La confirmación avilesina elevaría los portadores hasta "unos cuarenta", estima la cofrade. El apoyo desde la Esperanza también será musical, a través de su banda: este año el conjunto propio de los Cautivos no figurará. La colaboración avilesina en esta materia no es nueva, ya que en 2023 procesionaron en el mismo paso con sus tambores y timbales.

Alonso destaca una modificación clave de vestuario "funcional": se han cambiado las almohadillas para soportar el trono. El anterior era muy fino, "incómodo", y no se sujetaba adecuadamente. Este año una cofrade, voluntaria, modificó todas las prendas, una a una, y las dotó de mayor agarre y resistencia. Y mientras ultiman este detalle del hábito, siguen a la espera de otro, clave: la resolución del Consejo de Gobierno sobre el indulto a dos presidiarios, de los que desvela que son un hombre y una mujer, respectivamente.

"Llevo toda la vida en el Cautivo y me tomo esta Semana Santa con mucha ilusión", dice Alonso en cuanto a a su primera Pascua como Hermana Mayor, primera mujer que alcanza ese rango en su hermandad. Afirma querer recuperar cosas que "desaparecieron" con la pandemia. "Los viajes con los cofrades, las charlas, actividades para los niños, esas rutinas". A veces sus "locuras", como ella dice, las apoyan, aunque otras aún "no es momento" para darles salida, pero su expectativa sobre lo que viene para los próximos diez días no puede ser "mejor".

Suscríbete para seguir leyendo