Europa: más allá del orden y de la disciplina

Sobre la importancia de poner en marcha una oficina municipal de gestión de fondos europeos

Javier Ballina

Javier Ballina

El anuncio de la puesta en marcha de una oficina municipal dedicada a la gestión de fondos europeos supone una esperanzadora noticia para Oviedo. Una apuesta abanderada ya en la reciente campaña electoral por nuestro portavoz, Carlos Fernández Llaneza, y en la que los socialistas ovetenses depositamos toda nuestra confianza, sabedores de su gran potencial.

No deja de resultar revelador que el equipo de Gobierno haya justificado esta medida en una necesidad de "orden y disciplina". Sobrevuela, sin duda, una velada autocrítica ante una gestión manifiestamente mejorable que pone en peligro, al menos parcialmente, los fondos obtenidos con cargo a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), una iniciativa encaminada, precisamente, a la transformación de una de las zonas de la ciudad (los barrios de Ventanielles, Guillén Lafuerza y Pumarín) más necesitada de inversiones.

El orden y la disciplina resultan, sin duda, imprescindibles. Pero, más allá, este proyecto reclama ambición. La oficina europea tiene todo el potencial para convertirse en un nodo clave, capaz de transmitir a los servicios municipales las prioridades políticas de Bruselas (habitualmente regadas con una generosa financiación), así como de alinear sus iniciativas con unas referencias (transformación ecológica y digital) que pavimenten su financiación europea. Una oficina que supone también una inmejorable oportunidad para apuntalar una excelente plantilla de empleados municipales. Esta ambición europea no debe de enclaustrarse en las consistoriales. Ha de contagiarse a la ciudad, informando de los generosos recursos que la Unión oferta a los particulares, realzando un europeísmo del que Oviedo hace gala ya desde Alfonso II, proyectando nuestra capitalidad más allá de Asturias o en marcos como la futura Macro-Región Atlántica, que Oviedo debe liderar.

Como habrán podido comprobar, se trata de un debate que los socialistas afrontamos con la máxima ilusión y en el que buscamos cómplices. ¿Por qué no enriquecer la futura propuesta con las aportaciones de nuestra Cámara de Comercio, cuyo programa de internacionalización es toda una referencia? ¿Qué matices puede aportar nuestra sociedad civil, capitaneada por el infatigable Consejo Asturiano del Movimiento Europeo? ¿Por qué no beneficiarse de la experiencia de la Universidad, cuya alianza con Oviedo ha de ser estratégica?

Estaremos atentos al detalle de esta oficina, cuya concreción confiamos no se dilate en el tiempo. En cualquier caso, les adelanto ya el apoyo de los socialistas a cualquier iniciativa que resulte beneficiosa para los intereses generales de Oviedo. Nos jugamos mucho en esta alianza con Europa.

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