Opinión | Crítica / Música

Buen tándem de Francisco Coll y la OSPA

Una gran noche con "Lilith", del compositor-director, y obras de Berio y Mussorgsky

Como parte de los conciertos de abono de la OSPA, Francisco Coll se puso al frente del conjunto asturiano para dirigir su obra "Lilith", repitiendo el programa que se había escuchado la noche anterior en La Coruña y haciendo doblete como compositor y director. Coll no es desconocido para el público ovetense, el mismo año pasado se pudo escuchar en el auditorio su "Hímnica" bajo la batuta del titular, Nuno Coelho, pero esta vez fue él mismo quién guio a la orquesta para que sonara su composición, que abría el concierto.

"Lilith", estrenada por primera vez hace dos años, es una obra sinfónica compleja y llena de simbolismo, una pieza de muchísima densidad que concentra en 11 minutos la dualidad de la figura de la primera mujer de Adán. Todo el comentario musical de Coll estuvo bien recogido por una OSPA que supo ilustrar la amplia paleta musical de la pieza. Para concluir la segunda parte sonó "Rendering", de Berio, a partir de retazos de la "Inacabada" de Schubert, una música mucho más diáfana que contrastó con la pieza de Coll y dejó patente la versatilidad del director, quien guio firmemente a la orquesta por los matices musicales proyectados por Berio.

Como brocha final, "Cuadros de una Exposición" de Mussorgsky cerró la noche. La obra, tremendamente evocativa, aunque en ocasiones un poco plana, fue interpretada correctamente, destacando particularmente "Tullerías" y "Catacumbas". Una noche formidable que fue bien recibida por un público que, aún más bien escaso, se mostró muy entusiasta. Eso sí, por esta vez, sus calurosos aplausos no se vieron recompensados con un bis.

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