Paco Rubio, constructor de la ciudad deportiva del Oviedo: "Me gustaría empezar las obras en cuanto acabe la temporada"

"Habrá un tránsito importante de vehículos, un acceso cómodo es uno de los elementos primordiales en este proyecto", asegura el empresario soriano

Paco Rubio, ayer en LA NUEVA ESPAÑA

Paco Rubio, ayer en LA NUEVA ESPAÑA / LUISMA MURIAS

Hay dos versiones de Paco Rubio (Soria, 1956). La futbolera y la empresarial. Y aunque él trata de separarlas, en ambas facetas se mueve con pasión, pero con un marcado sentido pragmático. Como presidente del Numancia alcanzó cotas nunca vistas en Soria. Como empresario, ha emprendido importantes retos en instalaciones deportivas. Rubio es la figura clave de la futura ciudad deportiva del Oviedo que se construirá en Latores. Es el propietario de los terrenos y, además, el constructor que se encargará del proyecto. Es precavido en cuanto a los trámites administrativos, pero mantiene en esta charla con LA NUEVA ESPAÑA el optimismo en que no se tratarán de plazos muy largos.

–¿Quién le llamó por primera vez para hablarle de la ciudad deportiva?

–El primer contacto es a través de una persona de mi confianza en Asturias. Me sugieren que la ciudad deportiva podría encajar en esos terrenos y lo estudiamos.

–¿Cuándo fue?

–Los primeros contactos fueron antes de Navidad, pero llevamos trabajando en la idea año y medio.

–¿Cuándo se involucra?

–Primero tienen que trabajar las personas con responsabilidad, yo llego en el tramo final, con los flecos. Pero ya había mucho camino andado por nuestros equipos.

–¿Desde cuándo tiene esos terrenos?

–La primera parcela, desde hace cuatro años. Y otras más pequeñas, desde hace año y medio.

–¿Qué hace Herce?

–Somos un grupo industrial que tiene una actividad inmobiliaria menor, solo pesa el 15%. Estamos, sobre todo, en depuración de aguas, instalaciones deportivas, colegios, hospitales...

–Tienen experiencia en ciudades deportivas.

–Hace 22 años hicimos el estadio de Los Pajaritos y hace 10 nos centramos más a fondo. Desde ahí, hemos hecho una treintena de obras deportivas: Los Pajaritos, la remodelación de El Plantío, la de Anduva... Ahora estamos con un macroproyecto en Cuenca: seis campos de fútbol, un hotel, un polideportivo, siete pistas de pádel, una zona acuática... La inversión rondará los 25 millones de euros.

–¿Cómo fue la reunión con Martínez en El Reconquista?

–Intensa (risas). En Hispanoamérica hay una cultura diferente, allí va todo más deprisa, nosotros vamos más pausados. Martín (Peláez) es un gran gestor y Jesús (Martínez) es hombre de palabra.

–¿Martínez le hizo muchas peticiones?

–Es un vendaval y tiene las cosas claras. Me hablaba de cómo quería que fuera la sala de prensa y yo le decía, "pero si aún no está el césped sembrado" (risas).

–¿Qué fórmula negocian para la venta?

–Hay varias alternativas, no estamos cerrados a nada.

–¿Sobre qué guion trabajan?

–Hay unas líneas maestras, pero lo importante es no ceñirnos a un solo plan, sino barajar alternativas. Y nosotros tenemos una experiencia importante. Por ejemplo, la orientación de los campos. Es importante que por la tarde, cuando baje el sol, no deslumbre a los porteros. Hay algunos aspectos futbolísticos que pueden chocar con los criterios arquitectónicos.

–¿Habrá residencia?

–Lo que el Oviedo quiere desde ya son los campos. Un equipo de fútbol lo que necesita lo primero son los terrenos de juego. En Soria, la residencia fue al final. Lo primordial son instalaciones óptimas para entrenar. En pocas palabras, lo que todos quieren es un tapete.

–En El Requexón suele haber problemas con la humedad y las inundaciones.

–Lo he visto, lo he visto. Aquí será todo lo contrario. La gran ventaja de estos terrenos es su orientación geográfica y emplazamiento, a la cota de altura de los depósitos de agua de Oviedo. Con todos mis respetos, Latores no tiene nada que ver con El Requexón.

–¿Cuántos campos cabrían?

–Entrar entran siete. Pero tienen que decir ellos por dónde quieren cortar.

–Pachuca siempre apuesta por la sostenibilidad. ¿Coincide?

–¡Totalmente! En la ciudad deportiva del Numancia el 68% del agua empleada se recupera. Se ahorra muchísimo dinero. Se podría aplicar la misma medida en Oviedo. Jesús también habló de un huerto ecológico, como el que tiene en León. También es factible. Dependería del diseño, pero hoy en día seríamos unos incompetentes si no lo orientamos por la sostenibilidad. Además, la administración premia este tipo de enfoques.

–¿Y los accesos?

–Habrá un flujo importante de tránsito de vehículos, y lo tenemos previsto. Un acceso cómodo es uno de los elementos primordiales en este proyecto.

–En el mejor escenario posible, ¿cuándo podría entrar la primera máquina a trabajar?

–En el caso de que los papeles naveguen deprisa, me gustaría que cuando acabe la temporada, en junio o julio. Pero no todo depende de nosotros. La fecha nos vendría bien porque si llueve este tipo de obras sufre mucho. Avanzas más en quince días de verano que en invierno.

–¿Qué dicen los vecinos de Latores?

–No tengo relación directa, pero por lo que me dicen están ilusionados. Mejor tener un jardín verde de campos de fútbol al lado que siete casas. Lo que sí me gustaría recalcar es que esto ya estaba ordenado. No es una actuación nueva.

–Urbanísticamente, ¿ahora qué toca?

–Primero, definir cómo se van a hacer las cosas. Negociaremos unos compromisos de plazos con la administración. Si mañana se pudiera empezar, yo en cuatro meses tengo los campos hechos. Pero bien hechos, ¿eh? Pero antes hay trámites administrativos.

–¿Habrá que modificar el plan parcial de urbanismo?

–No. Hay que reorientar la zonificación, pero no es un gran cambio.

–Para el Paco Rubio hombre de fútbol, ¿qué importancia tiene una ciudad deportiva en un club?

–Es algo básico. Cuando aquí empezamos a fijarnos en las ciudades deportivas, Inglaterra y Alemania ya nos llevaban unos cuantos años de ventaja. Y está, además, la cultura de escuela de la cantera. Y para ello hay que tener instalaciones propias. Una vez en Soria dije que disfrutaba más un sábado en la ciudad deportiva que un domingo en el estadio. Veía a los chavales jugar, a los padres siguiendo los partidos, ese clima de fútbol de verdad, de pasión... Es un ambiente precioso.

–Describa la ciudad deportiva dentro de cinco años.

–Primero, me gustaría que con el Oviedo en Primera. Y lo que me encantaría es ver a los padres comiéndose un bocadillo en la ciudad deportiva mientras ven partidos de los chavales. Que se vea un buen ambiente. En Oviedo ya hay identidad con el equipo, me ha sorprendido: hay cultura de pertenencia que no se ve en muchas otras ciudades.

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