Las lecciones de los socios más veteranos del Oviedo: "El mejor fue Herrerita; Solo con verle correr valía la pena"

Jesús Méndez y José María Bances recibieron la insignia de oro y brillantes por 75 años como abonados del club

Jesús Méndez y Jose María Bances, con sus insignias.

Jesús Méndez y Jose María Bances, con sus insignias. / Luisma Murias

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Jesús Méndez, 87 años, echa mano al bolso y saca una fotografía en blanco y negro. "Este soy yo", dice orgulloso mientras señala a un hombre de planta imponente que viste ropa deportiva y un lema en el pecho: Real Oviedo. ¿Exfutbolista? No, Jesús formó parte de la sección de atletismo del Oviedo, "allá por los años 60", según recuerda Jesús, acompañado de su hijo David. "Manolo García movía el atletismo en la ciudad y nos metió en el equipo. Yo hacía fondo", remarca, haciendo gala de una gran memoria.

Méndez es uno de los más ovacionados cuando recibe su distinción. Tiene motivos para ello: ha cumplido 75 años de fidelidad al Oviedo. Es el socio 11º. "El primer recuerdo es el Tartiere antiguo, el palco Espinera, una zona en la que la gente se subía y veía el partido. Recuerdo el barro y el primer penalti que vi lanzar en mi vida: el portero para un lado, el balón para el otro y gol de Emilín".

A Jesús le hizo socio su padre y ya se convirtió en un habitual en el estadio. Desde entonces, ha visto de todo. "¿El jugador que más me ha impresionado? ¡Herrerita! Esa elegancia... Solo con verle correr valía la pena. A Lángara le vi en la segunda época y le conocí. Pero me quedo con Herrerita", indica.

A su lado, José María Bances, "ochentaypico" años, 75 como oviedista desde que su abuela le hiciera el abono como regalo de la primera comunión. El otro nombre propio de la celebración. "Es un orgullo haber alcanzado esta cifra porque para mí el Oviedo significa mucho", señaló el socio número 8 del club azul. Él, como Jesús, es de los que no se pierde un partido. Cuando no toca uno de esos horas intempestivos que impone la Liga.

Aunque el club navega en la competitiva Segunda desde 2015, ambos aficionados conservan el optimismo de ver más pronto que tarde al equipo en Primera, el escenario del que tantas veces disfrutaron. "En la Segunda hay una gran igualdad, la gente corre muchísimo aunque no existe tanta calidad. A ver si se consigue algún fichaje que marque diferencias. Y me llama la atención los jugadores tan interesante que están saliendo del Vetusta", indica Jesús Méndez.

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