La Ruta de los Molinos, un ejemplo de subsistencia de la época de nuestros antepasados

En apenas 3 kilómetros, podemos adentrarnos en una época de subsistencia y estrecha conexión con la tierra, donde cinco molinos nos transportan a un pasado lleno de historia. Estos molinos, situados a una distancia de aproximadamente medio kilómetro entre sí, nos revelan la importancia que tuvieron en esta región y nos permiten apreciar su valor etnográfico en la actualidad.

Siguiendo el curso del río y sin alejarnos demasiado del bosque, disfrutamos de la compañía de alisos, arces y antiguos castaños que rodean los molinos restaurados en las áreas más apartadas del agua. Si nos desplazamos en silencio, es posible sorprender a algún corzo en esta zona.

Un corto recorrido de tan solo tres kilómetros en cada dirección nos permite conectar con la Asturias de nuestros abuelos y sumergirnos en la naturaleza en su estado más puro. Desde lo alto del trayecto, podemos contemplar las impresionantes vistas de un hermoso valle cubierto de exuberante vegetación. Este paseo se convierte en una experiencia imprescindible en la Comarca de la Sidra.

Descripción de la ruta

La ruta comienza en la capilla de la Virgen de la Velía, ubicada en la parroquia de Santu Mederu, en la ascensión al conocido monte de Peñamayor. Es allí donde podemos estacionar nuestro vehículo y comenzar el recorrido siguiendo el sendero que parte desde la ermita.

Después de caminar los primeros 300 metros, giramos a la derecha y, a pocos metros más, nuevamente hacia la derecha. A unos 200 metros de distancia, nos encontramos rodeados por el hermoso bosque autóctono asturiano. Llegamos a un primer cruce, donde elegimos el camino de la izquierda que nos llevará hacia los molinos de Peña del Hombre, también conocidos como molinos de Milio y Honorio.

Al recorrer apenas 800 metros, nos encontramos con una desviación: a la izquierda se encuentra el molino de Honorio, y justo enfrente está el molino de Milio. Primero nos dirigimos hacia la izquierda. Después de caminar 150 metros, llegamos al molino de Honorio, donde encontramos un sendero a la izquierda que nos lleva al pueblo de Melendreros.

Después de recorrer el primer kilómetro y pocos metros, llegamos al molino de Milio, que ha sido restaurado de manera excelente y exhibe los mecanismos e instrumentos utilizados en la tradición molinera asturiana.

Aproximadamente a mitad de la ruta, en el kilómetro 1,4, volvemos al cruce inicial, pero esta vez tomamos el camino de la derecha, que nos permite acceder al resto de los molinos. A unos 800 metros más adelante, en el kilómetro 2,2, nos encontramos con los otros ingenios hidráulicos de la ruta: el molino de Matilde, que cuenta con una pequeña presa por donde se suministraba el agua que movía las muelas para moler el maíz; el molino de Máxima; el molino del Ferreru; el molino de Flora y el molino de Barrial, que ha sido cuidadosamente renovado. Poco después, cruzamos el río.

Al llegar al kilómetro 3 de la ruta, alcanzamos el último de los puentes, conocido como el puente de La Llera, ubicado cerca del pueblo de Rozaes, donde finaliza el recorrido. También es posible comenzar la ruta desde este punto y terminar en La Velía.