La Universidad pone en marcha un estudio para mejorar la salud cardiovascular de los vecinos de Siero, uno de los concejos que peores datos presenta en Asturias

Los investigadores están analizando el acceso a los alimentos saludables, el consumo de tabaco y alcohol o la existencia de zonas para caminar en la Pola, Lugones y La Fresneda

Por la izquierda, Rubén Martín, Ángel García y Mar Fernández, en el Ayuntamiento de Siero.

Por la izquierda, Rubén Martín, Ángel García y Mar Fernández, en el Ayuntamiento de Siero. / L. P.

Conocer la salud de los vecinos de Siero y proponer mejoras en el entorno que ayuden a reducir la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares. Ese es el objetivo con el que la Universidad de Oviedo, en colaboración del Ayuntamiento, ha puesto en marcha un estudio de hábitos y consumo en la Pola, Lugones y La Fresneda, de manera que se puedan plantear acciones de mejora en el futuro.

El proyecto, realizado por el equipo de investigación en promoción y educación de la Universidad de Oviedo, se centra en la evaluación de los factores de riesgo cardiovascular y las características ambientales en los tres principales núcleos del municipio. "Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en España, ocasionando, según la Sociedad Española de Cardiología, un total de 119.583 fallecimientos en 2020, lo que supone un 24,3% del total nacional", exponen los coordinadores del estudio, Rubén Martín y Mar Fernández.

De hecho, en el caso de Siero, la prevalencia de patología crónica le sitúa entre los concejos con los porcentajes más elevados de la comunidad autónoma. Por ello, el objetivo principal del estudio es describir las condiciones ambientales que se relacionan con las enfermedades cardiovasculares en los principales núcleos de población del municipio. "De este modo, tendremos las herramientas con base científica que nos permitan tomar medidas para mejorar la salud de los vecinos. La idea es que no se quede en un estudio puntual, sino que tenga continuidad en el tiempo y podamos evaluar los resultados a largo plazo", señala el alcalde, Ángel García.

El estudio está programado en dos fases. La primera se desarrolló a pie de calle, desde septiembre de 2021 hasta junio de 2022, y consistió en un análisis de la alimentación saludable, la facilidad de acceso al consumo del tabaco y alcohol o la posibilidad de caminar en las calles de las localidades objeto del estudio. Es decir, la facilidad de las personas para acceder a sendas peatonales, carriles bici o zonas verdes en las que poder caminar y hacer ejercicio al aire libre.

En cuanto a la alimentación, los investigadores identificaron el tamaño y tipo de alimentos disponibles en las tiendas de comestibles, con el objeto de calcular un índice de disponibilidad de productos saludables para cada tienda. También se han evaluado los mercados públicos y los servicios de restauración, fuentes de "una grandísima cantidad de datos" que deberán ser desmenuzados para sacar conclusiones y proponer acciones de mejora, indican Rubén Martín y Mar Fernández.

Los investigadores también ha llevado a cabo una geolocalización de cada punto estudiado, para plasmar los resultados en un mapa en una nueva fase del proyecto. Tras la recogida de los datos y las variables, se procederá a analizar si existe asociación entre la densidad de casos de enfermedad cardiovascular y las características del entorno. También se estudiarán las diferencias entre las diferentes poblaciones.

El estudio es pionero en Asturias. "Podremos tener toda la información necesaria para hacer propuestas y no sólo describir la situación", señalan sus coordinadores, que procederán a analizar los datos disponibles a lo largo de este año.