Los castaños vuelan en el Siero más verde: cola para recoger los plantones de árbol en el Consistorio

El Ayuntamiento entregó también ejemplares de robles, hayas y abedules para conmemorar una jornada en la que el municipio incidió en su compromiso con el medioambiente

Los castaños volaron en Siero. La especie autóctona fue la más reclamada en el reparto de plantones que realizó el Ayuntamiento con motivo del Día Mundial del Árbol este martes en la Pola. El castaño fue el árbol más pedido por los vecinos que se acercaron a la entrega porque, tal y como explicó Esteban Rodríguez, de 4 años, "crecen rápido y dan frutos". Además, en su caso, podrá cerrar el círculo de la cultura asturiana otoñal porque en casa de su abuela, donde cultivará el ejemplar, hacen sidra dulce "y así lo tenemos todo".

Su ejemplar crecerá ahora en una propiedad de Coya, en Piloña, y se comprometió a cuidarlo y regarlo para que crezca durante los próximos años. Eso hará también Bruno Díaz, de 12 años y vecino de Aramil. "Lo voy a plantar en una finca en El Cuitu porque los castaños que tengo están ya algo viejos", explicó junto a su abuela, Mari Díaz, quien destacó el gusto de su nieto por la naturaleza y las labores del campo. Y él lo confirmó: "Me gusta por les vaques y los tractores".

En total, se entregaron cien ejemplares de robles, castaños, hayas y abedules. Y la primera en llegar y guardar cola, Montse Menéndez, se llevó tres plantones, cada uno de ellos ya con un destino fijado. Y todo para dejar un recuerdo vivo de su persona a sus nietos y bisnietos. "Uno lo voy a poner en donde vivo en El Rebollal, otro en Tiñana en una finca familiar que era de los abuelos y otro en Xixún, que es donde nací para que lo vean porque yo creo que para cuando crezcan no voy a estar pa' ir a pañar castañas", comentó jocosa.

Con la idea de sanear una finca de manzanos llegó Carmen Rodríguez desde la parroquia de Hevia para llevarse algunos ejemplares "porque me están cayendo todos y el otro día el aire me tiró tres, así que vamos a ir cambiándolos", señaló la mujer, también de las primeras en llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde el alcalde, Ángel García, y los concejales Susana Madera, Ana Rosa Nosti, Víctor Villa, Javier Rodríguez, Aurora Cienfuegos y Jesús Abad fueron los encargados de entregar las especies al público.

Y fue un reparto rapidísimo. En apenas veinte minutos ya habían dado la mayor parte de los plantones a los vecinos y, también, a aquellos de fuera del concejo que se enteraron del reparto de árboles y acudieron a la Pola a por uno. Ese fue el caso de Inés Álvarez, vecina de La Corredoria (Oviedo) que cultivando unos terrenos en el concejo de Morcín. "Estamos plantando una finca con árboles y aprovechamos", resumió.

Otros como Merce Fernández se llevan los árboles por pasión por el medio ambiente. Para ella, son el símbolo más identificativo y emblemático de la naturaleza. Su ejemplar de castaño crecerá a partir de ahora en Tiroco. Hasta la urbanización El Pontón de la Pola se irán unos ejemplares de abedules en las manos de las hermanas Alejandra y Daniela Rodríguez Ramos, con los que continuarán haciendo crecer el pequeño bosque que están creando en el jardín de casa. "Tenemos ya un montón de especies, un olivo, un árbol japonés y también lavanda, por ejemplo", detallaron.

Es lo mismo que está haciendo la pequeña Érika García con su madre, Leticia de la Mata, en una parcela en Fonciello, donde están llenando el terreno de árboles de distintas especies. "Hay muchos", dice la niña. Y desde este martes suman un nuevo roble y un abedul que esperan que crezcan fuertes y robusto para continuar llenando de vida y oxígeno su propiedad. Muchos de los niños que acudieron al reparto municipal de plantones estaban muy puestos y conocían la técnica para plantar y mimar estos árboles. Es el caso de Bruno Bouha, de seis años, quien se sabe al dedillo todo lo necesario para tener un árbol sano. "Aprendí en el colegio", reconoce.

Lo que no sabe aún es donde lo va a plantar. Tiene dudas sobre si lo hará en el huerto de casa o en un monte público para ayudar a la masa forestal asturiana a estar más nutrida y sana. Seguramente, según sus padres, lo harán en el bosque ya que temen que el roble que escogió el pequeño sea muy grande para crecer en la finca de casa. Eso sí, da igual donde lo vaya a sembrar, a buen seguro que lo hará con la misma ilusión con la que este martes explicaba todos los conocimientos que tiene sobre el cultivo de árboles.

Por su parte, las hermanas Vega y Siena Cabo Fernández realizarán la siembra de su árbol en Coyao "en la finca del abuelo". Más bien será Vega la que se afane con la pala y la fesoria porque su hermana es aún muy pequeña. Junto a su madre, Carla Cabo, recogieron el árbol con mucha ilusión y las ganas de verlo crecer cada vez más alto cuando sean mayores.

La entrega de las distintas especies a los vecinos fue muy rápida pero, tras el estrés de los primeros momentos, aún quedaron algunos plantones de roble y abedul a disposición de los interesados. Y una de las últimas en llegar fue Pilar Domínguez Carazo, presidenta de la Asociación de Amas de Casa "Nuestra Señora del Carmen" de la Pola. Su idea para el plantón de roble que se llevó es incluirlo en el cierre de una finca que tiene llena de castaños y también robles en El Xigadal: "Tengo ahí una zona muy sombría y crecen buscando la luz y son más largos", precisó.

Con esta iniciativa, el Ayuntamiento pretende llenar de vegetación los jardines y terrenos de los vecinos y reforzar así la masa forestal presente en el concejo tan importante en la lucha contra el cambio climático dado su potencial para reducir la huella de carbono.