Palacios: "La Casa de Oviedo-Portal emite los sonidos más llamativos del Museo"

El artista gijonés entra en el Bellas Artes con una instalación en la que reinterpreta la acústica de sus edificios y evoca los paisajes de sus obras

Por la izquierda, la galerista Lucía Falcón, Juan Jareño, Juanjo Palacios, la artista Consuelo Vallina y el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio, en el palacio de Velarde durante la presentación de «Sonidos propios». | Luisma Murias

Por la izquierda, la galerista Lucía Falcón, Juan Jareño, Juanjo Palacios, la artista Consuelo Vallina y el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio, en el palacio de Velarde durante la presentación de «Sonidos propios». | Luisma Murias / Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Juanjo Palacios ha levantado el mapa sonoro del Museo de Bellas Artes de Asturias, registrando sonidos difícilmente audibles que emanan del edificio –las maderas que crujen, los muros que resuenan– y aportando otros de su propio archivo sonoro –grabados en la naturaleza–. Con todo ello, Palacios, artista, compositor y fonografista gijonés, ha creado "Sonidos propios", un original proyecto con el que la pinacoteca incita a los visitantes no a mirar como tiene por costumbre sino a escuchar. Inaugurado ayer, con la asistencia de la consejera de Cultura, Berta Piñán, permanecerá en la primera planta del Palacio de Velarde hasta el 18 de junio.

Lo que busca Juanjo Palacios es que los visitantes "descubran los sonidos que no escuchan cuando están por el Museo". "Sonidos propios" es un conjunto formado por tres instalaciones sonoras distribuidas por el patio del Palacio de Velarde y las dos salas adyacentes. La primera, la que está en el mismo patio, se titula "Naturaleza" y guía los recorridos hacia las otras dos. En ella el autor reinterpreta los paisajes que aparecen en los cuadros expuestos en la pinacoteca y para ello ha recurrido a los registros de su propio archivo.

"No quería dejar de lado los cuadros y no los podíamos tocar ni colocar en ellos un sensor, así que lo único que podía hacer es ver los paisajes naturales que había en ellos y hacer una reinterpretación", indica Palacios. No se trata de recreaciones de cuadros en concreto, especifica, sino de "los tipos de naturaleza que está representada en ellos: mar, bosques, lagos, ríos...".

Uno de los dispositivos colocados por Juanjo Palacios en el Museo. | Museo de Bellas Artes de Asturias

Uno de los dispositivos colocados por Juanjo Palacios en el Museo. | Museo de Bellas Artes de Asturias / Elena Fernández-Pello

"Vibración y resonancia", una composición de 15 minutos de duración con sonidos de los materiales y estructuras arquitectónicas del Bellas Artes, y "Campo electromagnético", con sonidos proyectados por distintos aparatos eléctricos y electrónicos, completan el proyecto. Ésta última es la pieza más abstracta y envolvente de todas.

Juanjo Palacios llevaba años pensando en este proyecto, aunque fue hace tres meses cuando empezó a recoger todos los materiales sonoros y a darles forma. Para ello ha contado con la colaboración del diseñador Juan Jareño. "Me parecía interesante crear algún tipo de escenografía en el patio que enlazara con las dos salas y él se encargó del diseño de una habitación de luz con unos arcos puerta", contó Palacios. Hay un recorrido trazado de instalación a instalación, pero el artista indica que no es nada formal y el itinerario queda a la intuición del visitante.

Juanjo Palacios afirma que, entre los sonidos que ha registrado en estos últimos meses en la sede del Bellas Artes, "los más llamativos son los de la Casa de los Oviedo-Portal", con suelos y estructuras de madera. "Esos crujidos de la madera recogidos no en el aire, como se hace habitualmente, sino transmitidos a través de un medio sólido con unos sensores tienen una textura diferente", comenta. Además, añade Palacios, ese edificio "es el eje central" del Museo.

El creador gijonés nunca se había enfrentado a un proyecto creativo de esta envergadura. Hizo en su día algo similar para el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, en una de las casas colgantes de la ciudad, pero de una dimensión muy inferior a la de ahora.

Como de lo que se trata es de revelar y registrar sonidos prácticamente imperceptibles al oído humano y en los que nadie repara, no de recrearse en los más evidentes, como las pisadas o los murmullos de los visitantes, Juanjo Palacios ha recurrido a herramientas de registro sonoro de altísima calidad. Entre ellas hay acelerómetros, micrófonos de contacto, sensores de electromagnetismo y micrófonos de alta sensibilidad.

A lo largo de los próximos días y en torno a la instalación el Museo ha programado diversas actividades, empezando por las visitas guiadas del domingo 16 de abril, a las 12.30 horas, y el miércoles 26, a las 18.30. El 25 de mayo está prevista una conferencia sobre la muestra sonora, y próximamente se presentará el catálogo, que actualmente está en elaboración.

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