Las colas en El Molinón para el derbi y sus historias: la "rivalidad" de padre e hija, un viaje desde Perú y el emocionado adiós a Pirri Redondo

Una aficionada del Sporting y su padre, seguidor del Oviedo, protagonizan las colas en las taquillas para un partido que va camino del lleno

Marta Rico y su padre Roberto, ayer, tras retirar las entradas para el derbi en El Molinón. | Á. C.

Marta Rico y su padre Roberto, ayer, tras retirar las entradas para el derbi en El Molinón. | Á. C. / Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

–"Soy de Gijón, pero del Oviedo".

–"Es que mi padre no sabe cómo llevarnos la contraria".

–"La muyer y mis tres fíos, del Sporting. Pero yo, del Oviedo".

–"¿Viste lo que hay que aguantar?".

Marta Rico y su padre, Roberto, protagonizaron ayer en las taquillas de El Molinón el primer día de venta al público en general de entradas para el derbi (antes pudieron hacerlo los abonados del club rojiblanco). Con buen humor y ganas de seguir de cerca el encuentro entre el Sporting y el Oviedo, fueron muchos los que mantuvieron un ritmo de venta que apunta al lleno para el duelo del 10 de febrero. El club suma más de 3.500 entradas despachadas a las que hay que sumar las 1.150 enviadas al conjunto azul. El precio, entre 35 y 70 euros.

Hora y media antes de la apertura en taquilla, Marta y Roberto ya hacían cola en El Molinón. "Llegamos sobre las 8 la mañana, sí", confirma el patriarca, quien se muestra prudente cuando se le pregunta sobre fútbol y sale en la conversación su debilidad por el Oviedo. Baja incluso la voz sabedor de que está en una fila en la que los sportinguistas son mayoría. "Veo fastidiado lo de ganar", desliza sobre el posible resultado del encuentro. "No, no. Aquí gana el Sporting, olvídate", zanja su hija, que acaba jaleada por quienes esperan cerca a ella. "6-0, ya lo verás", suelta a su lado Luis Labrada, un abonado roijblanco que viene a pagar el suplemento de 20 euros para poder acceder el día del derbi. Marta y Roberto, en cambio, aguardan a por su entrada y a por las de "Raquel y Rubén", quienes completan la familia. "La única que no viene ye Amelia, la muyer. No se mete en estos líos", aclara Roberto.

Aspecto de la cola formada ayer en las taquillas del municipal gijonés. | Á. C.

Aspecto de la cola formada ayer en las taquillas del municipal gijonés. | Á. C. / Ángel Cabranes

En la cola, grandes historias. Con rivalidad y sin ella. "Vengo a por entrada para mi novia y para mí. Ella, como mi sobrina y mi suegro, del Oviedo. Ye un poco caro esta temporada, pero una vez al año... Hay que gastar en las cosas que te gusten", explica Lolo González, vecino de Langreo y fiel seguidor sportinguista. Del conjunto rojiblanco se hizo, hace veinte años, Víctor Yaipen. Es el tiempo que lleva en Gijón "desde que me mudé desde Lima, Perú. En unos días viene a visitarme mi hijo, que nunca ha estado en El Molinón. Será un buen regalo. Los derbis aquí no se viven como allá. En Perú son demasiado bravos".

Si el sentimiento siempre está ligado a los derbis asturianos, el de esta temporada en El Molinón será un poco más especial Luis Miguel Redondo. Su caso lo cuenta Natalia Álvarez, una de las primeras en retirar entrada tras hacer guardia desde las 7 de la mañana. "Mi amigo Luis Miguel vive en Guadalajara. Su padre, Pirri Redondo, era de Gijón. Fue de quien heredó lo del Sporting, y con quien venía a cada derbi en El Molinón desde allí. Pirri falleció hace unos meses y ahora mi amigo me ha pedido que venga a sacar la entrada para él. Mantendrá la tradición, pero será la primera vez que ve un derbi sin su padre", detalla Natalia. Amores de padres a hijos, los del derbi, capaces de contener en un solo partido toda una forma de vida.

Suscríbete para seguir leyendo