Asier Goiria. Director deportivo del Amorebieta, rival mañana del Sporting

De la bancarrota, a recibir al Sporting: "El dinero no lo es todo; tienes que hacer atractivo el proyecto"

"El Sporting es un club de Primera que por circunstancias está en Segunda" | "Jandro vivió este tipo de situaciones y salió de ellas"

Asier Goiria, director deportivo del Amorebieta, en Urritxe. | Fernando Rodríguez

Asier Goiria, director deportivo del Amorebieta, en Urritxe. | Fernando Rodríguez / Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Asier Goiria (Amorebieta, 43 años) no deja un segundo su teléfono móvil, que echa humo, mientras cruza de lado a lado el campo de Urritxe, con su Amorebieta entrenando de fondo. Goiria, director deportivo del club vasco, es una leyenda viva en la pequeña localidad de la provincia de Vizcaya. "Un crack", como afirman en el club sobre el arquitecto de la etapa más gloriosa en la historia de la entidad. "Vengo del barro", bromea antes de citarse con LA NUEVA ESPAÑA.

–El Amorebieta lleva dos de los últimos tres años en el fútbol profesional. ¿Cuál es la base de su éxito?

–Se explica con mucho trabajo. Sabemos de la dificultad que hay en lo deportivo en un club como el nuestro y con la población que tiene Amorebieta, sobre 18.000 habitantes. Con ese trabajo se ha podido ascender dos veces. Estamos muy orgullosos de poder representar a Amorebieta por toda España.

–¿Cómo estaba cuándo llega?

–Esta es mi séptima temporada. Había deudas por todos los lados. Era una debacle. Deudas inasumibles para un club como el Amorebieta. Con la junta directiva actual y el presidente, Larrea, a la cabeza conseguimos solventar esas deudas en un tiempo récord de años y fuimos creciendo en lo deportivo también. Eso nos ayudó.

–¿Tan mal estaba?

–En bancarrota.

–¿Con riesgo de desaparición?

–Sí, sí. La situación era dantesca.

–¿Con impagos?

–Desde que entró al club la actual junta directiva se ha cobrado siempre al día, de forma sorprendente. Todos los trabajadores hemos cobrado. Que quiero decir con esto: que no solo se solucionó el problema de la deuda, también conseguimos llevar un orden en los pagos. Eso dio mucha fuerza al Amorebieta. Porque en lo deportivo las cosas iban bien, pero también había seriedad en los pagos: se dio esa confianza.

–Casi un milagro.

–Sí. En ese impasse de la junta saliente a la actual el club tuvo que hacer frentes a muchos pagos, deudas… De ahí el problema de desaparecer. Bajar a Tercera habría sido la perdición. Pero fuimos cumpliendo con los pagos. Ahora el Amorebieta está saneado. Y deportivamente está donde está: en la élite. Esto era un solar. Actualmente somos un club profesional. Parece una tontería pero, por ejemplo, nosotros tenemos GPS desde el primer año en Segunda y había clubes que no tenían. Hemos crecido siempre, pero poco a poco.

–Habla con orgullo.

–Sí, ¡claro que hablo con orgullo! Yo soy de Amorebieta. Para mí que esté dónde esté el club… Soy socio desde hace muchos años, desde que era "chiki". Antes solo veías camisetas del Athletic. Ahora las del Amorebieta están todos los lados. Incluso ahora la gente es antes del Amorebieta que del Athletic.

–Han enganchado a la gente.

–Sí, el primer año había gente que decía: "Estos tienen suerte". Pero tras lo del año pasado, en Primera Federación, ya ven que esto no es casualidad.

–Tienen el presupuesto más bajo.

–Sí. Toca hacer un kilómetro más que los demás. Cuando no tienes dinero, tienes que buscarte la vida en otros sentidos. Pienso que nos hemos sabido mover en estas circunstancias. A falta de dinero, planteamos siempre proyectos atractivos. A base de un esfuerzo y un gran trabajo de la dirección deportiva hemos creado un clima adecuado para los jugadores. Año a año hemos crecido y cumplido con los resultados. En el fútbol actual la gente está muy confundida con el dinero. Parece que si tienes dinero tu proyecto es mejor, que va a funcionar seguro. Y no. Si la pelotita no entra es imposible.

–A falta de un inversor, el dinero llega de la televisión.

–Sí, el dinero que entra el club básicamente viene del verde, de los éxitos deportivos. Es lo que te genera que la televisión te pueda dar ese plus económico. Si no, es impensable que nosotros pudiésemos participar en LaLiga. Dentro de ese dinero que te da LaLiga, tienes que cumplir con una serie de requisitos. Parece que te llega ese dinero y puedes ya…. No, no, ese dinero va a cubrir muchos gastos. En la calle queda a veces algo erróneo y, por ejemplo, se dice: "Pero si habéis recibido cinco millones y medio en televisión, ¿cómo es posible que invirtáis solo…?". Porque la exigencia que tienes con LaLiga te marca.

–Entiendo.

–Tenemos que pagar por Lezama para estar en LaLiga. No es fácil, no es fácil. Pero dentro de lo que cabe estamos encantados.

–¿Cómo ha vertebrado la dirección deportiva con unos recursos limitados?

–En ese sentido lo tuve claro. Creo que hemos invertido bien. Tenemos departamentos muy bien definidos: una secretaría técnica, medicina, nutricionistas, fisios… Hemos crecido poco a poco. El fútbol profesional te da poco para crecer, pero siempre he estado muy obcecado en preparar una estructura deportiva lo más profesional posible. De hecho, tenemos unos profesionales increíbles. No quiero hacer a nadie de menos, pero en otros sitios no sé si los habrá.

–¿En quién se apoya?

–Tenemos a Unai (Zubiaur), que es el secretario técnico. También a Iban Martkirz, que está de analista y scouting. A Zigor Eriarte, psicólogo, que es adjunto a la dirección deportiva y trabaja conmigo.

–¿Al final todos hacen de todo?

–Pero está muy definido. Cuando vas al director general y dices: "Necesito un nutricionista, un fisio, un…" lo ven como gastos, pero son gastos bien llevados y eso te hace ahorrar en costes.

–¿Cuántos son en estructura en el club?

–¿En el club? Unos seis: protocolo, comunicación, director general, redes sociales… Pero en el cuerpo técnico en sí somos unos doce: un médico, dos fisios, que tienen a un director por encima, nutricionista, entrenador, segundo entrenador, entrenador de porteros…

–¿Pero esa estructura es soportable en Primera Federación?

–Con recortes. Primera Federación es una Liga que me gusta mucho, muy competitiva. Pero es deficitaria.

–¿Cuál es su arma de seducción para fichar con menos potencial?

–Al final el dinero no lo es todo. Tienes que hacer el atractivo en lo deportivo. Los jugadores se encuentra un club profesional pero familiar. Sabemos donde estamos, quienes somos y dónde queremos llegar. Eso nos ayuda para llegar a un jugador y decirle: "Aquí vas a ser feliz. Vas a progresar en lo deportivo y en lo humano".

–Les quedan once finales.

–Veo a un equipo con ganas, ilusionado, unido, que sabe lo que quiere, que cree. Ahora todos creemos. Eso es un punto a nuestro favor. Quedan once finales. Vamos a ir como siempre, a tumba abierta. Es lo que hemos hecho siempre. Es nuestro carácter. Nuestra personalidad.

–Le ha dado las riendas del banquillo a Jandro, un técnico asturiano.

–Nosotros veníamos de un periplo con Aritz, que ha sido el entrenador más importante que ha pasado por el Amorebieta. Su destitución no fue fácil. Pero sabíamos el perfil que queríamos: un entrenador que había gestionado talento, un tío que tiene una experiencia terrible en Segunda y que había vivido este tipo de situaciones y salió de ellas. No fue al azar. Sabíamos el perfil y Jandro encajaba a la perfección. ¿Cuál era el hándicap? Que tenía contrato con el Villarreal. Pero se portaron increíbles con nosotros. Estamos encantados.

–Y mañana, el Sporting.

–Es un equipo de Primera. Su sitio lógico es estar en Primera, pero por circunstancias está en Segunda. Lo está peleando. Pero nosotros vamos a ir a muerte.

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