El cierre inexorable ha llegado para el club de alterne Model's de Granda (Siero). El Tribunal Supremo ratificó el pasado mes la condena de dos años de cárcel impuesta al antiguo dueño del establecimiento, Miguel Ángel López Robledo, que llevaba aparejada además la clausura por dos años del establecimiento. El motivo, haber tenido trabajando a 38 mujeres sin estar dadas de alta en la Seguridad Social.

De nada ha servido a sus nuevos dueños cambiar de nombre el local, complejo más bien, pues incluye un restaurante, un hotel y una sala de fiestas, donde luce el cartel "Abierto todos los días". Ayer acudieron los agentes de la Guardia Civil a ejecutar la sentencia y clausuraron con cinta las diferentes entradas del establecimiento, dejando además un oficio que informaba del cierre por orden judicial.

En la tarde de ayer, las vallas que dan entrada al complejo permanecían cerradas. En apenas unos minutos, varios conductores se acercaron hasta la puerta de acceso y con expresión desolada tuvieron que dar la vuelta: el Model's estaba cerrado. Y así estará durante dos años.

Hasta tres procesos sentaron en el banquillo al antiguo propietario del establecimiento. En dos de ellos, desarrollados en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, salió absuelto. En el tercero, que se juzgó en la Sección Tercera, salió condenado. Hubo una diferencia: en este último, un antiguo camarero declaró que en el Model's se practicaba el alterne, algo que se había negado en las otras dos sentencias. El detalle es importante. La prostitución es una actividad alegal. Por tanto, las personas que la llevan a cabo no pueden ser dadas de alta en la Seguridad Social. Pero el alterne, esto es, la incitación a los clientes para que consuman bebidas alcohólicas, sí exige estar dado de alta.

En los últimos tiempos, el club -en realidad todos los clubes de Asturias- ha ido adoptando una estrategia para camuflar y diluir su actividad, ampliando la actividad a un restaurante y una sala de fiestas. Algún club ha abierto incluso un negocio de actividades al aire libre. Las habitaciones pasaron a denominarse hoteles y se separaron del resto de negocios. Se instalaron además cámaras para documentar los pagos y evitar las frecuentes denuncias por estafa presentadas por clientes.

La nueva estrategia no ha evitado el cierre.