BALCONES DEL PARAÍSO

El Cantábrico se postra a los pies de La Regalina

"Es un lugar fascinante, hasta con niebla; transmite paz", afirman quienes se acercan al campo de La Garita, donde se levanta la colorida ermita de la Virgen de la Regla, en Cadavéu

El Campo de La Garita, donde se levanta la ermita de la Virgen de la Regla, más conocida como La Regalina, en el precioso pueblo de Cadavéu/Cadavedo (Valdés), es uno de los grandes balcones al Cantábrico y a los acantilados del occidente asturiano. Con semejantes vistas es natural que fuera elegido por cien asturianos encuestados por LA NUEVA ESPAÑA entre los 20 lugares de Asturias donde contemplar el paisaje es todo un espectáculo.

Concretamente ocupa el cuarto lugar, tras El mirador de El Fito (Parres), en el primer puesto; los acantilados del Cabo Vidío, en Oviñana (Cudillero), en segundo lugar; mientras que los terceros han sido los vecinos de Asiegu, en Cabrales, que comparten con Cadavéu haber logrado el premio al "Pueblo Ejemplar de Asturias", concedido por la Fundación Princesa de Asturias. En el caso de Cadavedo, en la edición del pasado año. El 29 de octubre de 2022 los Reyes de España, acompañados por sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, visitaron Cadavéu para la entrega del galardón y pudieron disfrutar de la belleza de este pueblo así como de un paseo inolvidable por promontorio de La Atalaya, más conocido como el Campo de la Garita y donde se levanta la pequeña ermita que acoge a la Virgen de La Regalina.

Arriba, María Asunción Díaz Nosty, junto al mirador. En el centro, María José Blanco Rodera y Gloria Rodríguez Torallo, en la ermita. Sobre estas líneas, Diego Martínez y Pilar Navarro. | A. P. Paredes

María Asunción Díaz Nosty, junto al mirador. / Ana Paz Paredes

Justo a su izquierda, y en ese mismo prao asomado a los impresionantes acantilados y a la playa de La Ribeirona, existe un panel informativo tanto del entorno como desde cuanto desde allí se contempla. Protagonista del lugar es también su famoso e icónico hórreo, uno de los más fotografiados de Asturias. Un desprendimiento de grandes dimensiones en 2021, cerca de donde se levantaba, puso en riesgo su permanencia, lo que llevó a que fuera desmontado y, tras un proceso de rehabilitación, reubicado en un lugar más seguro, donde está ahora.

Bajo él, entre sus pegollos, muchos turistas se hacen fotos teniendo como fondo la belleza del mar, los acantilados y ese azul y blanco inmaculado de la pequeña ermita, que te roba la mirada de inmediato. Entre los asiduos a este rincón de Cadavéu está María Asunción Díaz Nosty y su marido, que han repartido su vida entre Madrid y Asturias y que, ya desde hace un tiempo, suelen estar periodos más largos "en la tierrina", como ella señala. "Mis padres son de Oviedo y, aunque a mi me ‘nacieron fuera’, como se dice, mis raíces son ovetenses totales", explica. Para ambos, La Regalina tiene algo especial, explican sentados en el banco que se asoma a los acantilados infinitos y al horizonte marino. "Este sitio lo descubrimos hace tiempo y nos pareció tan bonito que lo visitamos con frecuencia. Es un lugar espectacular, con este saliente, estos acantilados. Es un lugar fascinante tanto con niebla, como lo ves ahora, como cuando luce en sol, que ya es de cine", asegura Díaz Nosty.

El Cantábrico se postra a los pies de La Regalina

María José Blanco Rodera y Gloria Rodríguez Torallo, en la ermita. / Ana Paz Paredes

Tanto a ella como a su marido, el "Norte, y Asturias, nos arrebata", exclama con cariño. Y sobre lo que le devuelve el paisaje que tanto admira, dice que es "calma, paz, sosiego". "Eso es lo que transmite este lugar cuando te sientas en este banco y te quedas mirando el paisaje. Este paisaje sustituye al yoga. Se está tan a gusto aquí que te gustaría detener el tiempo", añade.

En el mismo sentido se manifiestan Pilar Navarro García y Diego Martínez Muñoz, de Murcia, unos "enamorados de Asturias", como ellos mismos dejan claro, pues llevan ya 26 años viniendo al Principado de vacaciones. "De aquí nos gusta todo, pero vamos especialmente por zonas de costa. Los últimos seis años ya venimos en autocaravana". En cuanto a su elección de detenerse en Cadavéu y acercarse hasta el mirador de La Regalina, fue más que casual. "Lo vimos por casualidad en un vídeo en redes sociales y, como estábamos cerca, nos animamos a venir", dice Diego Martínez. Para ambos, el lugar superó sus expectativas aún con la bruma matinal que cubría el horizonte, y parte de la zona de los acantilados; una bruma que se iría despejando a lo largo de la mañana. "Es un sitio espectacular, tiene algo especial porque además de lo hermoso que es, transmite sin duda paz y tranquilidad. Es un lugar muy relajante", añade Pilar Navarro. La pareja se dirigió luego hasta Tapia de Casariego, un lugar del que tienen grandes recuerdos y a donde siempre procuran volver.

El Cantábrico se postra a los pies de La Regalina

Diego Martínez y Pilar Navarro. / Ana Paz Paredes

También sorprendidas con las vistas estaban las vecinas de Ponferrada Gloria Rodríguez Torallo y María José Blanco Rosdera. A ellas, como a los anteriores, ya le había dicho un vecino que por allí habían estado en su día los Reyes de España. "Lo desconocíamos por completo", dijeron. En cuanto a sus impresiones sobre el lugar, mientras una señalaba que "el césped se ve cuidado y la ermita es muy mona", la otra decía que el paisaje, desde allí, era "espectacular y chulísimo".

[object Object]

Teniendo como punto de partida el centro de Asturias y en dirección a Galicia, hay que coger la autovía del Cantábrico, la A-8. Tras dejar atrás Cudillero, señallizado en la autovía, con su último pueblo costero, Ballota, hay que continuar un poco más hasta coger la salida a Cadavéu, señalizada en la A-8.

[object Object]

Dar un paseo por este precioso pueblo valdesano, cuidado al detalle por sus vecinos, y lleno de rincones preciosos donde cobra relevancia su arquitectura popular. Solo el pueblo en sí cuenta con cerca de 90 construcciones entre hórreos y paneras. También es una gozada refrescarse del calor en la playa La Ribeirona. 

[object Object]

Que no hay que perderse una de las grandes fiestas del verano en Asturias: la romería de La Regalina. Es fiesta de Interés Turístico y se celebra el último domingo de agosto. Esta celebración fue recuperada por el Padre Galo, poeta y escritor en asturiano que firmaba sus obras con el nombre de Fernán Coronas. 

Suscríbete para seguir leyendo